La creación de DiosMuestra

Masculino y femenino: creados para la igualdad

Dios confió a la humanidad el cuidado de todo lo que había creado. Dios bendijo, dio instrucciones y autoridad tanto al varón como a la mujer. En el diseño inicial de Dios, el hombre y la mujer eran uno en comunión y en amistad con su Creador.

El relato más detallado de la creación en Génesis 2 hace hincapié en cómo fue formada Eva, y habla de la unión de Adán y Eva como una sola carne. Recuerda que ambos fueron hechos a imagen de Dios. Es fundamental que comprendamos la naturaleza trina de Dios. Él es Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo: pluralidad expresada en perfecta unidad. La humanidad ha sido creada para expresar esta misma unidad en pluralidad.

La Escritura enseña que no es bueno que el hombre esté solo (Génesis 2:18b). Así pues, Dios tomó una parte de Adán y la utilizó para formar a Eva. En esta acción significativa, observamos la unidad esencial, la igualdad de valor y la identidad compartida del varón y la mujer. De Adán se formó Eva. Adán y Eva se convirtieron en una sola carne y completaron la expresión de Dios de su propia imagen y semejanza, de su pluralidad expresada en unidad (Génesis 2:24). El Apóstol reafirma la historia del Génesis y la interdependencia del varón y la mujer (1 Corintios 11:11-12).

Observa que Eva fue formada para ser una ayudante con el propósito específico de liberar a Adán de su singularidad (Génesis 2:18). Algunos insisten erróneamente en que la mujer fue predeterminada por Dios para ser inferior y subordinada al varón. Superponen al texto bíblico sus propios prejuicios y normas sociales, que son incoherentes con el plan original de Dios para la humanidad (Génesis 1:27-28). La palabra hebrea ezer, que a veces se traduce como ayudante, se utiliza en todo el Antiguo Testamento. La mayoría de las veces se refiere a Dios (como en 1 Samuel 7:12; Salmos 121:1-2). Por tanto, ciertamente no implica inferioridad, ya que Dios no es inferior a aquellos a quienes ayuda. Al describir la intención de Dios al formar a Eva, la palabraezernunca pretendió disminuir su dignidad ni alterar los propósitos de Dios para la humanidad.

La mayoría de las sociedades no valoran a las mujeres como a los hombres. Comprender el plan de Dios nos ayuda a resistirnos a las suposiciones degradantes de la feminidad. La norma de Dios está dentro de su familia humana. Eso solo puede hacerse realidad cuando las personas abrazan la obra redentora de Cristo (Gálatas 3:28).

Dios, ayúdame a comprender tu diseño original para las relaciones entre hombres y mujeres. Revélame cómo podría demostrar tu plan divino en mis relaciones de hoy.