Transformación DevocionalMuestra

MI CONGREGACIÓN Y YO: “Me involucraré en la vida de la iglesia bíblicamente”.

“Todos los hijos de Dios reciben la orden de vivir bajo autoridades que conocen, viven, enseñan y defienden la verdad. Elegir y participar bíblicamente en una congregación no es nuestra opción, es nuestra obligación".

La vida del cristiano en medio de su congregación es similar a la vida de una familia. En una congregación existen niños espirituales, adolescentes, algunos están en plena juventud espiritual y otros son adultos, aunque no todos son maduros.

La Iglesia y su propósito

Todos los hijos de Dios somos miembros de la familia de la fe y en ella tenemos derechos y responsabilidades que cumplir. La iglesia es la familia de Dios y ningún cristiano genuino puede evitar ser parte de ella. Ella no es un invento humano, sin dudas es una creación divina. No puede ser parte de la iglesia quien no es cristiano genuino porque tan pronto aceptamos a Cristo como nuestro Salvador somos parte de esa institución divina. La iglesia es la familia de Dios y solo pertenecen a ella los hijos legítimos de Dios y esos hijos verdaderos, amorosos y obedientes saben que no es su opción, sino su obligación, unirse alegremente a una congregación bíblica con liderazgo íntegro que vive en santidad y que están preparados para enseñar la doctrina y la ética divina que se revela en la Palabra de verdad. Nuestro deber es elegir liderazgo y congregaciones bíblicas como exige Pablo en 1 Timoteo 3:1-13. Siendo que no tiene opción y que debe elegir su congregación, tome muy en serio los siguientes principios y requisitos:

Primero:

Es un serio error elegir una congregación basado en emociones, sentimientos o circunstancialmente, en vez de decidir basados en principios establecidos bíblicamente.

Segundo:

Es un serio error elegir una congregación cuyo liderazgo no vive la ética cristiana y no está preparado para interpretar, practicar, enseñar y defender la verdad.

Nunca elija una congregación con líderes, autoritarios, exclusivistas, codiciosos, inmorales, irresponsable, racionalizadores o ignorantes de la interpretación bíblica.

Tercero:

Es un acto de obediencia que producirá bendición involucrarse bíblicamente en una congregación con liderazgo saludable, íntegro y preparado, y crecer en ella hacia la madurez utilizando sabiamente los dones que Dios le ha otorgado.

Sus líderes deben ser irreprensibles, fieles, sobrios, prudentes, sin dependencias, no pendencieros, honestos, amables, apacibles, no avaros, ejemplo de liderazgo en su familia, los más maduros de la congregación y aptos para enseñar.

Si por estos requisitos cree que es difícil ser un líder al estilo divino, tiene toda la razón, por eso es difícil encontrar una congregación bíblica.

Estas cualidades debe tener un pastor para que la Iglesia siga siendo la columna y baluarte de la verdad y para que los cristianos puedan comprender la verdad, estudiarla, practicarla, enseñarla y defenderla. Nunca elija una congregación por la buena música que tiene o por los amigos que asisten, elija una congregación donde líderes viven y enseñan la verdad.

Compromiso:

Señor, me comprometo a evaluar si mi congregación y líderes son bíblicos, y solo ser un miembro fiel y responsable de una congregación saludable.