Transformación DevocionalMuestra

MI FAMILIA Y YO: “Determino ser un miembro saludable de mi familia".

“La familia fue creada por Dios con el propósito de que se extienda la raza humana y para que en su seno exista amor genuino, y una estructura de orden y autoridad que permita el desarrollo consistente de sus integrantes y que todos alcancen su máximo potencial en un ambiente de respeto y unidad".

No existen relaciones interpersonales más enfermas que las relaciones entre personas falsas e hipócritas. El egoísmo, el orgullo y la ignorancia de los principios divinos esenciales para el desarrollo de las relaciones familiares al estilo divino, impiden tener familias sanas. Los insinceros, engañadores y los mentirosos solo construyen relaciones enfermas que destruyen la vida familiar. No debemos ser este tipo de personas y debemos confrontar a cualquier miembro de la familia que elija esos comportamientos.

Existen una serie de exigencias bíblicas esenciales para tener una familia conforme al modelo divino. Todos los miembros de la familia deben realizar evaluaciones periódicas para saber si están contribuyendo sabiamente para que su familia demuestre los valores morales que dan la gloria que Dios merece. Pablo ordena“cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.” (1 Corintios 10:31) Si desea dar la gloria a Dios en su familia estos son algunos principios que debe aplicar:

Primero:

Todos los miembros de la familia deben hacer todo esfuerzo para vivir como personas auténticas. Con decisión y energía evitar todo acto de hipocresía.

Segundo:

Las actitudes, palabras y acciones de cada miembro de la familia deben estar basadas firmemente en fundamentos y principios bíblicos que deben ser practicados genuinamente.

Tercero:

Padres e hijos deben aprender y comprometerse a desarrollar relaciones con gracia diariamente, y siempre y en toda circunstancia, tratarse respetuosamente.

Cuarto:

Todos los miembros de la familia deben desarrollar estrategias y adquirir el conocimiento y las herramientas que son esenciales para enfrentar los problemas y desafíos que afectan las relaciones familiares.

Quinto:

La familia se desarrolla en forma saludable y normal cuando todos los miembros cumplen sus responsabilidades personales, se apoyan mutuamente y mantienen unidad en las actividades y asignaciones familiares.

Sexto:

En la vida familiar es esencial que todos se relacionen con excelencia, respetando siempre las personalidades y las diferencias.

Séptimo:

Todos los miembros de la familia deben mostrar su amor de los unos a los otros, no siguiendo ideas humanas, sino basados en la definición y el ejemplo divino.

Vivimos para la gloria de Dios en la familia cuando obedecemos y todos nos sujetamos a las doctrinas, ética y principios revelados por Dios en la Biblia. Los hijos deben honrar a sus padres siempre y deben obedecerlos siempre que los padres no den órdenes ilegales ni tengan exigencias que son inmorales. Todos los miembros de la familia deben amarse mutuamente y con excelencia y todos deben amar, honrar, y obedecer a Dios siempre y en toda circunstancia.

Compromiso:

Señor, me comprometo a contribuir con mis palabras, actitudes y acciones para que mi familia sea saludable y confrontar sabiamente a quienes no desean someterse a tus principios respetuosamente.