"Yo Soy", En Medio De Tus TormentasMuestra

“Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 8:37-39).

Lo maravilloso de reconocer estos momentos en Dios es que luego viene un proceso de transformación que podemos emprender de Su mano. Muchas veces nos hundimos en nuestros fracasos y se nos olvida que Dios nos ha dicho que ¡Él es más que vencedor! Creo que a veces no solo se nos olvida quiénes somos, sino que nos ponemos nombres como "soy una fracasada" o "soy alguien a quien nada le sale bien".

¿Qué tal este en medio de la tormenta? ¡Soy una incapaz, esto me supera! A veces hay personas que, aun estando en Dios, se ven como malas personas. La pregunta para ti es: ¿Qué nombre has permitido que el enemigo ponga en lugar del nombre que Dios te ha dado? ¿Lo puedes reconocer?

En Juan 8:58, Jesús le dijo: “De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy”. Esto es muy interesante porque cuando Dios se le reveló a Moisés, recordamos que le dijo: “Yo Soy el que te envía”. Aquí hay una revelación muy poderosa de la esencia de Dios, porque nos dice que Dios es un Dios eterno, que Dios es fiel, que Él no cambia. El mismo “Yo Soy” que le habló a Moisés y le habló a Judas en el huerto junto con los soldados, es el mismo “Yo Soy” que nos habla en medio de nuestras tormentas. ¿Sabías que ese “Yo Soy” aún tiene tantas cosas hermosas para decirnos?

¿Sabías que el “Yo Soy” tiene implicaciones de un eterno presente? Porque no es un “Yo fui” o “Yo cerré”, sino que en su eterno presente Él llega a ser “Yo Soy tu respuesta”, “Yo Soy el que te ama”, “Yo Soy el que te ayuda”, “ Yo Soy el que te enseña”, “Yo Soy el que está contigo”, “Yo Soy el que te da fuerzas”, “Yo Soy Emanuel”.

¿Y sabes por qué debes pensar esto? Porque “El Yo Soy” se le revela de una manera especial a sus siervos, a sus hijos, y solo Él puede ver mejor y más ampliamente el panorama porque Él lo ve todo.

Volviendo a mi situación familiar, puedo decir que no ha sido fácil. Ha habido mucho llanto, muchas lágrimas, mucha rabia, mucha frustración, pero si no fuera porque “El Yo Soy” nos ha sosteniado en familia, yo no estaría fortalecida como lo estoy ahora. Los que nos conocen saben que Dios nos ha sostenido, nos ha fortalecido, ayudado.

Quiero animarte a que pienses precisamente en esto: que Dios es el “Yo Soy que te sostiene” y que tal vez debes volver a Él y hablar con Él, contarle cómo te sientes en medio de tus tormentas.