"Yo Soy", En Medio De Tus TormentasMuestra

Juan Capítulo 18 del versículo 1 en adelante dice que: “Cuando Jesús terminó de orar, salió con sus discípulos y cruzó el arroyo de Cedrón…. Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas...Jesús, se adelantó y les dijo:¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy" (Leer, Juan 18:1-8)

De verdad, esta es una palabra que me parece increíble. Por favor, imagina la escena. Jesús estaba en Getsemaní orando con sus discípulos, luego ellos se quedaron dormidos y Jesús experimentó uno de los momentos más dolorosos o difíciles de su ministerio. Él estaba llorando, sudando gotas de sangre debido a la presión o angustia emocional que sabía que estaba próximo a experimentar. Y en eso llega uno de sus amigos. Esto lo debemos tener presente porque la Biblia habla de que Judas no solo era un discípulo para Jesús, sino que Él lo consideraba como su amigo.

Y de repente, llega con todo ese montón de soldados del templo, con palos y antorchas. Cuando estaba estudiando este texto de Juan, se me vino a la mente de forma inmediata el Salmo 118:1 que dice: “Demos gracias al Señor porque él es bueno y su gran amor perdura para siempre”. Llegué a pensar que a lo mejor Jesús esa noche también estaba cantando salmos a Dios, su Padre, mientras lloraba y sufría tan terriblemente.

Y nos dice la Biblia que, en esas, llega Judas, el amigo, el compañero, con todos estos soldados, como si Jesús fuera un criminal. Imagínense en este momento lo que Jesús estaba sintiendo como hombre.

Y entonces, Jesús interrumpe su tiempo de intimidad con su Padre y les sale al encuentro.

—A quién buscan? —preguntó.

—A Jesús de Nazaret —contestaron.

Jesús dijo: —Yo soy.

Esta escena me ha conmovido profundamente porque como familia, hemos estado viviendo una situación un tanto compleja. Situación que me ha llevado a cuestionar muchas cosas en mi vida y, a veces, cuando vivimos situaciones con personas que amamos tanto, terminamos cuestionándonos, buscando a lo mejor qué pudo haber pasado en el camino. En estas situaciones, cuando miro mi corazón, sé que soy una mujer amorosa, y esto me lo dicen también las personas que me conocen de cerca, y que aún escojo perdonar cuando me hieren u ofenden. Esto me gusta, porque así me autopercibo muchas veces.

Pero, cuando el dolor o la situación complicada es de alguien tan cercano, como en este caso, de Jesús con Judas. Siento que el dolor me supera, porque es tan profundo que me he sentido como la peor persona. Y saben, he aprendido que en esos momentos cuando somos tan humanos, tan vulnerables, es cuando el enemigo se aprovecha y nos envía una ráfaga de argumentos. Además, súper bien estructurados y en primera persona, que nos llevan en ocasiones no solo a perder la esperanza, sino a creer que ya no hay nada que hacer.

¿No te ha pasado? ¿Qué piensas cómo es posible que esto me esté pasando o que esta persona que tanto amo haya hecho esto, o aquello?