[Las palabras de adviento] PAZMuestra

La paz personificada

Hay momentos en la vida en los que entendemos que nos hemos comprometido para mucho más de lo que originalmente pretendíamos. Del mismo modo, Isaías 9 es el único lugar en las Escrituras donde cinco de los más de doscientos nombres de Jesús aparecen juntos. Es también la primera vez en las Escrituras donde la nación de Israel comienza a entender que quien los salvaría no sería un mero humano, sino Dios mismo.

Nacería como un bebé, pero también sería un Hijo dado [por Dios] (Isaías 9:6). Isaías 7:14 predice esto llamándolo Emanuel: «Dios con nosotros». Esta profecía se cumplió en Mateo 1 y Lucas 2 cuando María dio a luz a Jesús.

Isaías nos dice que Jesús nos liberará de la carga del gobierno humano para traernos paz. Jesús ha sido hecho Señor de todo, y cada uno de nosotros tiene el privilegio de hacerlo Señor de nuestra vida (Romanos 10:10).

Estos cinco nombres representan el lado humano y divino de Jesús.

Admirable. Él sería extraordinario y sobrenatural.

Consejero. En Isaías 11:1-2, donde se menciona la vara de la raíz de Isaí, dice que él poseería sabiduría sobrenatural. Esto se cumplió en Lucas 2, donde dice que Jesús, a sus 12 años, desconcertó incluso a los rabinos con su comprensión y respuestas, y que crecía en sabiduría y estatura.

Dios Fuerte. La palabra fuerte en hebreo también significa ‘heroico’. Jesús pelearía nuestras batallas por nosotros; él lo conquistaría todo. Obtenemos el cumplimiento de esta profecía en Juan 16 cuando Jesús dice: «Yo he vencido al mundo». Siendo plenamente humano y plenamente Dios, Jesús hizo posible lo imposible.

Padre Eterno. Siendo Dios, Jesús es eterno. Este es el único lugar en las Escrituras donde el atributo de la paternidad se le asigna a Jesús. El cumplimiento se encuentra en Juan 10:30, donde dice: «Yo y el Padre uno somos».

Príncipe de Paz. La palabra para príncipe también se puede traducir como ‘nacido para la tarea’. Jesús nació para la tarea de rectificar todo como debería ser. Solo Dios puede rehacer todo de la manera en que Él había pensado originalmente. En Juan 14 y Romanos 5, Jesús no solo trae paz al mundo, sino paz entre el Padre y nosotros.

La paz es personificada en Jesús y la paz se hizo posible solo a través de él: ¡nuestra shalom!

Padre, gracias porque en el lado divino y humano tu Hijo Jesucristo personifica la paz; ¡tenemos paz porque Él está ahora en nuestra vida!