El gozo del Señor es mi fortaleza

En una ocasión al pueblo de Israel le tocó reconstruir los muros que protegían la ciudad, y al terminar, luego de mucho tiempo, Esdras leyó las escrituras y todo el pueblo lloró por haber dejado tanto tiempo a Dios, sin embargo Nehemías se levantó y dijo: "El gozo del Señor es nuestra fuerza". ¡Qué maravillosa afirmación! En este día, tú que te has sentido débil, puedes repetir esta frase, hasta que tu alma la haga una verdad en tu interior: el gozo del Señor es mi fuerza, el gozo del Señor es mi fuerza, el gozo del Señor es mi fuerza...

¿Qué es ese gozo? Es la paz que solo Dios puede dar, es el consuelo que solo Dios puede dar, es el amor que solo Dios puede dar. Saber que Dios nos ama, nos cuida y nos ha dado un lugar privilegiado en su infinita misericordia, es un gran motivo para estar gozosos. Y esta esperanza, este agradecimiento e ilusión nos da fuerza en medio de la debilidad; gozo en vez de luto.

El salmista dijo: "Aunque mi cuerpo y mi corazón desfallecen, tú, Dios mío, eres la roca de mi corazón". En medio de la debilidad, Dios es nuestra roca, nuestro castillo, nuestra torre fuerte, nuestro auxilio, nuestra esperanza.

¿Te animas a encontrar tu fortaleza en el Señor? Sigue estudiando la Palabra de Dios con nosotros.