Jesús es más fuerte que: (Inserte Aquí)Muestra

1. Más fuerte que la muerte

Quizás te haya pasado alguna vez que le estabas pidiendo a Dios ayuda por algo que para ti era realmente importante y veías como Él literalmente bendecía a las personas que estaban alrededor pero a ti aparentemente ni migajas. A mí sí, muchas veces. Y encontré a alguien en la Biblia que aparentemente le sucedió lo mismo.

Jesús volvía de liberar y comisionar al que había estado endemoniado, del otro lado del lago. Llegó una multitud en la orilla para escucharlo y entre todos esos se hizo lugar un hombre importante dentro de la sinagoga, llamado Jairo.

Venía dejando todo de lado para buscar ayuda de Jesús. Ir al Señor para él significaba dejar a un costado su posición religiosa pero nada importaba porque la causa era que su hija estaba enferma y al borde de la muerte.

Le pidió al Maestro ir a su casa y Él accedió. Pero en el camino, en medio de la multitud, una mujer enferma, en un arrebato de fe salió de en medio de todos pensando en que si tocaba tan solo el borde del manto de Jesús recibiría sanidad y eso fue lo que sucedió. Fue tan fuerte el milagro que Jesús lo notó y paró a hablar con ella.

¿Se imaginan a Jairo? Totalmente desesperado fue a buscarlo y él se paró en el camino a bendecir y sanar a otra persona; y no sólo eso. También se puso a escuchar su historia y darle palabras de bendición y aliento. El principal de la sinagoga necesitaba a Jesús con urgencia y Él parecía no tener el mismo apuro por la situación.

No llegó a pasar mucho tiempo, que unos conocidos de Jairo entraron en escena:

“Todavía estaba hablando Jesús cuando llegaron unos hombres de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle: —Tu hija ha muerto. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?” (Marcos 5:35 NVI).

Pero Jesús parecía estar en otra frecuencia:

“Sin hacer caso de la noticia, Jesús dijo al jefe de la sinagoga:

—No tengas miedo; nada más cree” (Marcos 5:36 NVI).

No quisiera estar jamás en los pies de Jairo, pero creo que muchas veces hemos estado ahí. En la calle desesperación entre incertidumbre y angustia. Creo que esa era la locación exacta donde Jairo estaba.

Aquí Jesús da una cátedra de fe: “No dejó que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago” (Marcos 5:37 NVI).

Quitó de escena a los que venían con malas noticias. Jesús no negó la realidad, pero estaba llevando a Jairo a confiar en Él en otro nivel. Y cuando vamos caminando por fe, no necesitamos voces pesimistas alrededor. Jesús quitó de escena a los que hablaban de muerte y comenzó a hablar palabras de vida.

Entraron a la casa, tomó a la niña de la mano y esta se levantó.

El Mesías nunca dejó de prestar atención a la situación de Jairo, así como tampoco dejó de prestarle atención a la tuya.

El hombre corrió a Jesús y la consecuencia de su búsqueda hizo que el efecto residual de invitar al Salvador a su casa sane a esa mujer.

Si estás buscando desesperadamente a Jesús, y ves que está haciendo milagros a tu alrededor, es muy probable que pronto veas al mismo poder de la resurrección actuando en tu casa porque recurriste al Único que es incluso más fuerte que la muerte.

Si quieres saber más sobe el autor puedes encontrarlo en https://www.instagram.com/marianovirnik/