EJERCICIOS ESPIRITUALES: Fortaleciendo nuestra relación con Dios.Muestra

LA QUIETUD: ESCUCHANDO A DIOS.

El salmista nos transmite uno de los fundamentos de vivir en la presencia de Dios: “Estad quietos y conoced que yo soy Dios” (Salmo 46:10). En la presencia de Dios no solo debemos movernos, en ocasiones, debemos reposaÉstEste es quizás el ejercicio más difícil de practicar de todos. Warren Wiersbe lo expresa de la siguiente forma: “La capacidad de calmar el alma y esperar ante Dios es una de las cosas más difíciles en la vida cristiana. Nuestra vieja naturaleza es inquieta . . . el mundo que nos rodea está frenéticamente apurado. Pero un corazón intranquilo por lo general conduce a una vida imprudente”.

Max Lucado nos dice al respecto: “Estad quietos y sabed que yo soy Dios” (Salmo 46:10). Este versículo contiene un mandato con una promesa. ¿El comando? Estate quieto. Cubre tu boca. Dobla tus rodillas. ¿La promesa? Sabrás que yo soy Dios. El barco de la fe navega sobre aguas blandas. La creencia cabalga sobre las alas de la espera. En medio de tus tormentas diarias, asegúrate de estar quieto y pon tu mirada en él. Deja que Dios sea Dios”.

Sigamos el consejo de Rick Warren: “Cuando la vida parece desmoronarse, tu mejor y más “espiritual” respuesta puede sorprenderte: quédate a solas con Dios y espera. … ¿Qué significa esperar en Dios? Te sientas, cierras la boca y simplemente escuchas. Puedes leer tu Biblia. Puedes orar. Pero sobre todo, estás tranquilo delante de Dios. … Si queremos escuchar a Dios y experimentar la esperanza que tiene para nosotros, entonces tenemos que estar a solas con él. Debemos “entrar en el silencio” y estar dispuestos a escucharlo. … Quédate quieto y escucha. Luego, espera a que aparezca la esperanza”.