El Roi - el Dios que ve

Dios ve

¿Conoces la historia de Génesis 16? Acabas de leer un versículo. Se trata de la mujer Agar. El Ángel del Señor (probablemente Dios mismo) la encuentra en el desierto, cerca de un pozo. Agar está huyendo debido a la compleja y triste situación en la que se encuentra. Él la ve. No la deja sola con sus problemas. Y así es también como Agar llama más tarde a Dios: "Tú eres el Dios que me ve". Hermoso, ¿verdad?

Dios no está lejos ni demasiado ocupado con todo tipo de cosas como para no verte. No, Él está cerca y te ve. Te conoce y está intensamente implicado en todo lo que ocurre en tu vida.

Lo mismo puede verse con Natanael (Juan 1) y con la mujer de Samaria (Juan 4). Jesús vio a Natanael antes de que Felipe acudiera a él, y también ve a esta mujer junto al pozo. Ella acudió allí en pleno día por una razón, y Jesús también estaba allí por una razón. Dice muy pegadizo: "Tenía que pasar por Samaría". Tenía que encontrarme con ella. Tenía que verla.

¿Te das cuenta de que Jesús te ve de la misma manera? ¿Ves cómo Jesús, en su "ver", consuela a las personas, las anima, las acerca?

¿A quién ves?

Cuando seguimos a Jesús, la idea es parecernos cada vez más a Él. Para que la gente le vea a Él, a Cristo, en ti.

(Por cierto, ¿sabías que esta fue la razón por la que se empezó a utilizar la palabra "cristianos"? Algo así como "Vemos tanto de Jesús, el Cristo, en ti... que te llamamos 'cristiano'". Genial, ¿verdad? Lee Hechos 11:26.

Así como Jesús nos ve, nosotros podemos mirar a los demás. Con sus ojos. Con Su amor. Con Su compasión. ¿Te das cuenta de que hay tantas personas a tu alrededor que están solas? ¿Que no son vistas? ¿Literalmente "pasadas por alto"? ¿Las ves?

Quizá te parezca una pregunta muy grande, pero ¿hay una persona en tu entorno a la que puedas "ver"? ¿Una persona a la que puedas cuidar?

Otra aplicación más.

Jesús te ve. Ve quién eres, pero también ve algo en ti. Conoce tus cualidades, tus talentos y quiere utilizarlos. Utilizarlos y dejar que florezcan.

¿Qué ves en los demás? ¿Puedes nombrar los bellos dones y talentos que tiene alguien? ¿Alentar y tal vez dar a la otra persona un lugar donde esos dones y talentos puedan florecer?

Reflexiona sobre las siguientes preguntas:

• Jesús te ve, ¿cómo te sientes al respecto? ¿Te hace feliz, o también te asusta un poco?
• ¿Hay personas en tu entorno a las que se "pasa por alto"? ¿Puedes ocuparte de (una de ellas)?
• ¿Qué cualidades y talentos ves en los demás? ¿Puedes animar hoy a dos personas nombrando sus cualidades y talentos?

Ora: "Señor, gracias porque Tú eres el Dios que me ve. Tú me conoces, Tú me hiciste, y Tú estás tan intensamente implicado en mi vida. ¡Gracias por ello! Ayúdame Señor a ver a los demás de la misma manera. Ayúdame a mirar a las personas que están solas, quizá rechazadas por los demás. Y ayúdame Señor a nombrar las cosas bellas que Tú has puesto en los demás. Gracias El Roï, el Dios que ve. Amén".