El versículo de mi vida ministerialMuestra

¿Estás disponible?

«Responde, por favor». Esa es la traducción directa de las siglas RSVP. Si alguna vez te han invitado a una boda, un banquete o un evento formal, es probable que hayas tenido que responder con una confirmación de asistencia. Cuando se te pide que confirmes tu asistencia, esencialmente se te pregunta: «¿Estás disponible?»

Hay una parábola que Jesús contó en el Evangelio de Lucas acerca de un hombre que estaba organizando un banquete. Envió a uno de sus sirvientes como una especie de telegrama humano para invitar a la gente de la zona a venir. Uno por uno, todos se disculparon por no poder asistir, declinaron la invitación. Todos tenían diferentes razones, pero no estaban disponibles.

Esa parábola nos da una imagen del gran banquete de salvación al que Dios nos ha invitado a todos. Todo ya ha sido provisto a través de Cristo, y todo lo que tenemos que hacer es aceptar la invitación. En cierto modo, la parábola también nos da una imagen de la invitación a vivir el propósito de Dios para nuestras vidas. Dios proveyó todo lo que necesitamos para la salvación. Él también ha provisto todo lo que necesitamos para llevar a cabo las buenas obras que él nos ha llamado a hacer. Todo lo que tenemos que hacer es aceptar la invitación. Solo tenemos que estar disponibles.

A menudo, perdemos la oportunidad de marcar la diferencia simplemente porque estamos demasiado ocupados. Llenamos nuestros calendarios con citas, nuestro tiempo con entretenimiento trivial y nuestras mentes con distracciones. Mientras tanto, Dios nos invita a ser parte de su obra en el mundo que nos rodea. Todo lo que tenemos que hacer es estar disponibles.

Una forma en que podemos comenzar a estar más disponibles para Dios es separar un tiempo en nuestra vida cotidiana o dejar un poco de margen. En lugar de llenar cada momento con trabajo, citas o tiempo en nuestros teléfonos, podemos dejar espacio a lo largo del día para responder a Dios. Podemos dejar espacio por las mañanas para pasar un rato a solas con el Señor. Podemos dejar espacio para conversaciones con familiares, amigos o un vecino solitario. Incluso podemos dejar espacio para escuchar un podcast de sermones que desafíe y aliente nuestra fe. Comienza con un poco de margen, y te sorprenderás de lo que Dios hará con el tiempo que pongas a su disposición.

Pensamiento del día

Dios me está invitando a ser parte de la obra que Él está haciendo en mi mundo. Hoy, me aseguraré de estar disponible para poder decir sí a lo que Él me pida que haga.