Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

RaícesMuestra

Raíces

DÍA 8 DE 12

EL FRUTO: PACIENCIA Y PAZ

Antes que nada, ora a Dios y pídele que te hable por medio de este devocional, que te enseñe sus verdades, y que use este medio para bendecir tu vida, para que te hable y siembre en tu corazón una palabra de vida que va a crecer y fortalecerse con el tiempo por medio de su palabra.

“Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” ( (Gálatas 5:22-23).

PACIENCIA

Como hablamos ayer vivimos por fe, no por vista, y tenemos un gozo que viene del Espíritu Santo que debe abundar en nosotros cuando las cosas se complican. Un gozo más profundo y grande que la felicidad, nos ayuda a esperar en las promesas de Dios. Una esperanza que nos inunda y nos da alegría a pesar de las dificultades.

Salmo 40:1
Teniendo esto en mente es donde entra la paciencia, otra parte del fruto que vamos a desarrollar en nuestra vida cristiana. Es muy importante porque pasamos mucho tiempo, a veces tiempos más largos o tiempos más cortos, esperando a que suceda lo que deseamos. Esperando ver cumplidas cada una de las promesas de Dios en nuestra vida, sea esta o la venidera.

Romanos 12:12

En Jesús la paciencia es perseverar, seguir prevaleciendo en la fe, aún cuando todo sigue igual y nada cambia. Cuando logras entender que Dios sabe cuál es el momento adecuado para cumplir cada una de sus promesas, es entonces que encuentras la paciencia. Porque Dios es el único que sabe el tiempo perfecto para que sucedan las cosas. Él promete ayudarte y no te abandona en tus tiempos de espera. Solo debes creer, ser paciente y confiar. Él sigue trabajando en ti.

Filipenses 1:6

LA PAZ

2 Timoteo 2:11-13

Como vimos el día anterior, hay dos tipos de promesas. Aquí Pablo nos regala 4 promesas condicionadas, que quiero que estudiemos un poquito.

" Si morimos con él, también viviremos con él”.

“Morir con Él”, habla de morir a nuestro pecado por la obra de Jesús en la cruz, de modo que crucifiquemos nuestra carne pecaminosa, por medio de Jesucristo, y de esta forma viviremos con Él, todos los días de nuestra vida, y en la eternidad.

“Si soportamos privaciones, reinaremos con él”.

Privaciones, ¿de qué nos debemos privar? Esto hace referencia a vivir en una vida de santidad. La santidad es el alejarnos del pecado. Vivir en una vida de santidad es vivir una vida lejos del pecado. El pecado no es difícil de dejar porque no nos gusta, por el contrario, el pecado es atractivo, gusta a nuestra carne. El pecado es todo aquello que le quita el lugar que a Dios le corresponde en nuestro corazón, todo lo que nos hace errar y vivir una vida lejos de Dios. Y Dios no quiere eso para nosotros, quiere tenernos cerca, pero el pecado hace que nos alejemos. De eso es lo que debemos privarnos. De vivir una vida a nuestro antojo, a nuestro placer, por una mejor una vida en santidad, cerca de Dios.

“Si lo negamos, él nos negará"

En esta vida nos vamos a topar con muchas situaciones, difíciles y fáciles, que pondrán en juego nuestra fe en Jesús. Esto es una prueba; si nosotros negamos su existencia por vergüenza, por miedo, o por egoísmo, Él nos negará a nosotros delante de nuestro Padre Celestial. Y no es necesario abrir nuestra boca para negarlo, con nuestras acciones también podemos estarlo haciendo.

“Si somos infieles, él permanece fiel, pues él no puede negar quién es".

Por último, todo esto no aleja a Dios, el pecado nos aleja a nosotros de Él, no a Él de nosotros. Nada nos separa de su amor, y aunque seamos infieles, el Señor permanece fiel, pues es su naturaleza de santidad. Dice la palabra que Él es Santo, Santo, Santo, tres veces santo, este nivel de santidad está a tal grado al que aún nuestra mente humana no puede llegar a comprender. Y esa persona Santa, siempre permanece fiel a su iglesia, pues la ama con todo su ser. Tanto nos ama que murió por nuestros pecados para que en Él encontremos la paz. Y nada de este mundo vencido nos aflija, pues ya Cristo venció.

Juan 16:33
Con el sacrificio de Jesús en la cruz viene un regalo, paz en nuestra mente y corazón, algo que nada ni nadie en el mundo puede darnos. Eso es suficiente para no angustiarnos con este mundo tan caótico, malvado, y torcido. Confiemos en Jesús, confiemos que su sacrificio fue suficiente para darnos paz, dejemos que Él nos tome en sus brazos, y descansemos confiados en su obra.

Juan 14:27

Te invitamos a escuchar "Me lleva a Él" de TODOS PARA UNO y reflexionar sobre lo que acabas de leer.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR

“No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús" (Filipenses 4:6-7).

Día 7Día 9

Acerca de este Plan

Raíces

Únete a este devocional de 12 días para impulsar tu crecimiento espiritual. Explora temas como fe, arrepentimiento y el Fruto del Espíritu con reflexiones dinámicas. Descubre la conexión entre la música de TODOS PARA UNO y la Palabra de Dios. ¡Sumérgete y transforma tu vida hoy!

More

Nos gustaría agradecer a TODOS PARA UNO por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linktr.ee/todospara.uno