Habla Sobre MíMuestra

«Jesús habla provisión»

Jesús desea hablar provisión sobre ti, no solo porque tiene el poder para hacerlo sino también porque te ama. Jesús, siente compasión por nosotros y es sensible a nuestras necesidades.

Algunos milagros de provisión, que leemos en la Biblia estaban precedidos por traer orden sobre alguna situación específica.  Por ejemplo, cuando Jesús multiplicó los panes y peces, se encontraba enseñando, y una multitud lo escuchaba, lo seguía, pasaron horas, juntos en medio de esta sed de aprender. Entonces, vino la necesidad, había hambre y no era prudente enviarlos a sus casa, pues tenían mucho que caminar, no tenían autos ni motos que acortaran las distancias. Así que, primero pidió a sus discípulos que sentaran a la gente en grupos de cien y de cincuenta y luego hizo el milagro.  Pero este milagro, no se limitó a satisfacer a quienes lo seguían, sino que fue abundante y sobró una gran cantidad de alimento.

En otra oportunidad, el profeta Eliseo se encuentra hablando con una mujer, quien tenía dos hijos y su esposo había muerto, pero dejó grandes deudas. Tanto, que como ella no tenía ninguna posesión, iban a llevarse a sus hijos como esclavos para pagar la deuda. La situación de esta mujer era crítica, y ella no veía ninguna salida. Notemos que su esposo, fue un hombre «temeroso de Jehová» y le sirvió a Eliseo. Eliseo lo conocía, pues el argumento de la mujer fue «tú sabes». Él sabía quién era el hombre, él sabía que ese hombre amaba a Dios, él sabía que ese hombre le servía. Entonces, ordenó a la viuda que consiguiera prestadas todas las vasijas que pudiera, y que fueran muchas; las pusiera en orden para ser llenadas de aceite; el milagro que tanto ella y sus dos hijos necesitaban para pagar sus deudas. Pero Eliseo dijo algo más: «y tú y tus hijos vivid de lo que quede». Es decir tuvieron suficiente provisión para pagar las deudas y vivir de lo demás. 

Creo que Dios no solo quiere darte un milagro de provisión, también y en algunas oportunidades junto a tu milagro; deseará ordenar muchas cosas en tu vida y así prepararte para que recibas más de lo que imaginaste y pensaste.

Jesús desea multiplicar lo que tienes en tus manos, aun cuando pienses que es poco lo que tienes; allí también su poder brillará. Todo lo que debemos hacer es entregar en sus manos lo único que tenemos, rendirnos y confiar que Él hará el milagro.