Ánimo ante la dudaMuestra

¿Qué te está influenciando?

La duda, como una sombra, se infiltra a menudo arrojando incertidumbre sobre nuestra fe. Puede persistir por varias razones. Hemos explorado el impacto de las circunstancias difíciles, la comprensión limitada y las expectativas equivocadas sobre la duda. Ahora, profundicemos en cómo la influencia del mundo puede contribuir a nuestra vacilación, utilizando a Juan el Bautista como ejemplo punzante.

De la misma manera que a nosotros nos moldea la cultura que nos rodea hoy en día, Juan creció en un mundo que tenía ciertas creencias y esperanzas respecto a la llegada y la misión del Mesías.

Aunque Juan operaba con la revelación de Dios y servía como su profeta, probablemente tenía una idea de las expectativas mesiánicas imperantes en su época. Estas expectativas chocaron con la limitada comprensión de Juan, creando tensión cuando el ministerio de Jesús no se alineó con ellas.

¿No es esta una lucha con la que también nos encontramos nosotros? Aportamos nuestras ideas preconcebidas a las Escrituras, a menudo influidas por nuestra educación y nuestro entorno cultural. Nuestro entendimiento puede chocar con la verdad de Dios, lo que nos lleva a la confusión y a la duda. El mundo susurra sus dudas a nuestros oídos, y debemos discernir la diferencia entre sus voces y la inmutable Palabra de Dios.

Las influencias equivocadas del mundo pueden distorsionar nuestra comprensión de la voluntad de Dios. La sociedad puede sugerir que servirle debería protegernos de la oposición, o que vivir rectamente nos granjeará la aprobación universal. Sin embargo, la realidad suele ser distinta. Nos enfrentamos a la crítica y al rechazo, que pueden hacernos cuestionar nuestra fe.

Debemos recurrir a la verdad inmutable de las Escrituras para superar la influencia del mundo sobre nuestra duda. Debemos confiar en su plan soberano y buscar su sabiduría por encima de todo. Cuando nos asalte la duda y las voces del mundo se hagan más fuertes, recuerda que el amor de Dios permanece firme. Él está siempre presente y nos guía a través de los retos de la vida.

Cuando los susurros del mundo se vuelvan ensordecedores, hagámonos eco del sentimiento del centurión: «Señor, yo creo; ayuda mi incredulidad» (Marcos 9:24). La influencia del mundo puede ser fuerte, pero nuestro Dios compasivo conoce nuestra fragilidad y está dispuesto a fortalecer nuestra fe.

Elijamos la fe sobre la duda, firmemente anclados en la Biblia. Eso es lo que hizo Juan y sus discípulos se sintieron motivados a informar sobre Jesús tras su muerte. Conocían la importancia perdurable del Señor. Que nuestras vidas den testimonio de ello hoy, incluso en un mundo lleno de dudas y confusión.

Este devocional se basa en un sermón de Richard Caldwell. Para escuchar este sermón y un episodio del Podcast Straight Truth relacionado con este mensaje, visita nuestro sitio web: https://straighttruth.net/should-christians-doubt-their-faith/