El Dilema Del SalmistaMuestra

«La decisión de guardar los estatutos de Dios»

«Tus estatutos guardaré…» Una decisión es aprender la Palabra, la otra es obedecerla. Una no sirve sin la otra. Cada una depende de la otra. Estas son dos decisiones que cambiarán su vida. Las toma una sola vez e inicia un proceso que durará el resto de su vida.

Cuando era un creyente nuevo, tenía mucho que aprender de la Biblia y de mi vida. Dios me guió a que tomara dos decisiones que revolucionaron mi vida. Al crecer en mi estudio de la Biblia, desarrollé una actitud constante: yo no iba a ajustar la Biblia según mis ideas y opiniones. Todo lo contrario, iba a ajustar mis ideas a lo que dijera la Biblia. Ajustaba toda parte de mi vida según fuera necesario para hacer que se alineara con lo que enseña la Palabra de Dios.

No hace diferencia cuánto sabe de la Biblia, podría ignorarlo todo. Debe estar dispuesto a poner a un lado sus prejuicios, opiniones, la sabiduría tradicional que ha recibido de otros y cualquier cosa que entre en conflicto con lo que la Biblia enseña claramente. Hallará que la Biblia no es difícil de entender, solo que es difícil de «creer». Este es el asunto básico de la Biblia: ¿puede el hombre creerle a Dios? ¿Inclinaría su rostro ahora mismo para decirle a Dios que la Biblia será la única autoridad en su vida de ahora en adelante?

También hay ciertas cosas prácticas que pueden ayudarle a avanzar su compromiso hacia la Biblia. Al estudiar los 176 versículos del Salmo 119, tome la decisión de presentar cada uno de ellos en oración delante de Dios como su oración personal. Sencillamente escoja un versículo por día y conviértalo en su oración. En realidad no sería demasiado pedir que tomara el reto de memorizarse un versículo al día. 

Cuántas veces, he orado al Señor: «Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley». ¡Dios ha respondido a esta oración abundantemente! Todos los versículos pueden llevarse en oración de la misma manera. Puede hacer su propia oración combinando versículos individuales de este salmo según sus necesidades individuales. Cada persona tiene necesidades únicas y vive circunstancias particulares. Imagínese lo que ocurriría si todos los creyentes hicieran lo mismo. Con las innumerables combinaciones posibles que pueden obtenerse de los 176 versículos, habría una combinación única de versículos de este salmo para cada uno de los creyentes que viven hoy día y que han vivido por la historia. ¡Oh, las maravillas de la palabra!