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Día 5: El valor de compartir a Jesús - Matt Forte

Primero, mira que Matt Forte tiene para decir sobre El valor de compartir a Jesús.

A continuación lee el mensaje de Randy Alcorn y medita en los versículos que lo siguen.

Jesús hizo el trabajo duro de la redención. Él nos llama a hacer nuestra parte: compartir las Buenas Nuevas con aquellos que lo necesitan (¡todos!).

He compartido a Jesús con personas en las aceras, aviones, canchas de tenis. Algnos amigos piensan que soy un evangelista nato. ¡Pero no lo soy! Me relaciono con la confesión honesta de Matt de que el evangelismo puede ser incómodo, pero Dios no nos llama a estar cómodos. Mi mayor desafío es elegir abrir la boca. Una vez que lo hago, el Señor graciosamente me da las palabras.

Incluso cuando el apóstol Pablo pidió que los creyentes de Efeso "oren también por mí para que, cuando hable, Dios me dé palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas. Oren para que lo proclame valerosamente, como debo hacerlo" (Efesios 6:19-20, NVI). Si Pablo necesitaba oración para tener fuerzas y valentía, ¿quién no?

Supone que tu amigo incrédulo ha sido diagnosticado con cáncer. Él está en tu corazón y tú sientes que Dios quiere que compartas a Cristo con él. ¿Se necesita valor para hacer eso? Absolutamente. ¡Pero compáralo con el coraje de los mártires de todo el mundo que son asesinados por afirmar públicamente a Jesús!

Me pregunté mientras estaba sentado al lado de alguién en un avión: "si yo comparto el Evangelio con esta persona, ¿qué es lo peor que puede pasar? ¿Que me rechacen o piensen que soy extraño si lo hago? ¿Y qué?".

¿Qué es más importante: mi incomodidad temporal o la posibilidad de su comodidad eterna?

Cuando tu sabes que necesitas compartir tu fe con tu amigo o un miembro de la familia, pide a las personas que oren por valentía para ti y un corazón dispuesto para él, luego busca la oportunidad y abre tu boca. Una vez que comienzas a hablar las Buenas Nuevas, se vuelve más fácil porque tú estás comprometido. Es más fácil cuando recuerdas que no se trata de ti, se trata de Jesús y la necesidad desesperada de la otra persona de conocerle.

Para mí, no hay muchos gozos comparables con llevar a alguien a Cristo. Es emocionante y vivificante. También es bueno sembrar semillas de las buenas nuevas que puede que después den fruto. Que podamos decir como Pablo: "No me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la zsalvación de todos los que creen" (Romanos 1:16 NVI). Y puede que diariamente pidamos al Señor que nos dé las oportunidades de compartirlo " buenas nuevas de gran gozo" (Lucas 2:10 NVI). ¡Compartamos en oración las Buenas Nuevas, y confía los resultados a Dios!

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