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Día 1: El refrigerio diario de la Palabra de Dios - Drew Brees

Luego, lee el mensaje de Randy Alcorn, y medita en los versículos que lo siguen.

Algunas veces, creo que las instrucciones de la App de Mapas de mi teléfono son incorrectas: "Debería girar aquí, no allá". He aprendido de la manera difícil a confiar en que el GPS es mejor. Y aunque la App rara vez se equivoca (no tan a menudo como yo), Dios nunca está equivocado.

Crecí en un hogar incrédulo, pero a la edad de 15 años llegué a creer en Jesús mientras leía la Biblia. Como nuevo creyente, no podía obtener lo suficiente de la Palabra de Dios. Aprendí que la Biblia no se contradice a sí misma, pero sí me contradice, ¡y necesito desesperadamente esas correcciones a mitad de camino!

La Biblia fue la Estrella del Norte con la que corregí la brújula de mi vida. Cuarenta y cinco años después, eso es más cierto que nunca. Como dijo Drew, la Palabra de Dios es un mapa de carreteras, pero también pienso que es como un lente correctivo. Si algún día no contemplo las Escrituras, mi enfoque se disipa, mi propósito se vuelve borroso y mi felicidad disminuye. Me vuelvo impaciente, crítico, egocéntrico e infeliz, porque carezco de la infusión fresca de gracia y perspectiva de Dios.

Puede que no revisemos las redes sociales, los textos e emails muchas veces al día, pero no pensemos en pasar los días sin leer las Escrituras. Eso nos lleva a estar espiritualmente hambrientos y con falta de discernimiento para saber distinguir lo bueno de lo malo.

Si ya estudias la Palabra de Dios regularmente, apégate a ella. Si no, pregúntate a ti mismo: ¿Me siento en mi silla reclinable y espero estar en forma para el próximo juego? No pospongas el pasar tiempo diario con la Palabra de Dios. Deja todo, incluyendo este devocional. Abre tu Biblia y medita en ella. Sigue un Plan si ayuda. No la próxima semana, no mañana, ahora.

Sin embargo, no lo hagas solo por culpa, ¡hazlo para encontrar gozo en Jesús! David dijo de las palabras de Dios: "Son más deseables que el oro, incluso que el oro más puro. Son más dulces que la miel, incluso que la miel que gotea del panal" (Salmo 19:10, NTV).

La profundidad de las Escrituras es infinita. Día tras día, año tras año, descubrimos más tesoros, lo que de alguna manera hemos perdido antes. A través de la Palabra de Dios, el Espíritu Santo transforma nuestros corazones y mentes.

En un espíritu de gratitud, lee y reflexiona sobre estas palabras: "Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra" (2 Timoteo 3:16-17, NTV).

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