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La Gracia Inquebrantable.Muestra

La Gracia Inquebrantable.

DÍA 7 DE 8

La restauración de Pedro.

Existen algunos puntos que debemos tener en cuenta al avanzar en este plan devocional.

  • El perdón se otorga al arrepentirnos sinceramente ante el Señor, pero la restauración puede llevar tiempo.
  • Es vital reconocer que el Señor nos conoce mejor que nosotros mismos, como Pedro aprendió dolorosamente.
  • Confiar en las palabras de Jesús ayudó a Pedro a superar su crisis.
  • Aceptar las limitaciones impuestas por el Señor es vital para evitar caídas, como Pedro descubrió al querer seguir a Jesús inmediatamente.
  • Permitir que el Señor nos restaure es esencial para volver al servicio y la confianza, aunque a menudo nos sintamos abrumados por la culpa después de pecar.

Pero como decimos, este proceso de restauración puede resultar muy doloroso. Por ejemplo, en el caso de Pedro, vemos que después de que Jesús resucitó y se presentó en varias ocasiones a Pedro, aun así, él se sentía desanimado. Podemos notarlo en su actitud: "Voy a pescar" ( Juan 21:3). Recordemos que al comienzo del ministerio de Jesús, Pedro había abandonado sus redes y le había seguido ( Marcos 1:16 al 18), pero ahora se sentía completamente hundido y pensaba que no era digno de servirle, así que decidió volver a su antigua profesión de pescador. Y fue en ese contexto cuando Jesús salió a su encuentro. Notemos que para empezar el Señor preparó un fuego y allí le esperó. ¡Qué curioso, había sido alrededor de un fuego en el patio del sumo sacerdote donde Pedro había comenzado a negar al Señor, y era precisamente en otro fuego donde ahora se iba a producir la restauración! Esto es importante, porque cuando después de haber pecado "huimos" del Señor evitando su presencia, él viene a nuestro encuentro y con facilidad nos lleva al mismo punto donde comenzaron nuestros fracasos.

Una vez que Jesús y los otros apóstoles habían comido en torno al fuego, le preguntó a Pedro delante de todos si le amaba más que sus compañeros, e hizo esto por tres veces consecutivas . Pedro tuvo que asociar estas tres preguntas con las veces que él mismo había negado a Jesús. Y tal vez podríamos pensar que fue una humillación desproporcionada, que si Pedro ya había llorado por su pecado, resultaba innecesario añadir más dolor y vergüenza al pobre discípulo, y además, hacerlo delante de los otros apóstoles era excesivo, en tal caso lo podría haber hecho en privado. Pero si Jesús lo hizo así es porque era necesario y conveniente. Ahora Pedro tenía que contestar; ¿volvería a alardear de su fidelidad al Señor y de su pretendida superioridad sobre los otros discípulos? No, sino que quedó fuera de toda duda que después de esta experiencia Pedro era un hombre diferente. Tanto que ahora ya no se atrevía a hacerle más promesas a su Maestro, y ni siquiera tenía argumentos para demostrar su amor por él, así que lo único que pudo decirle fue: "Señor; tú lo sabes todo; tú sabes que te amo".

Se percibe con claridad que ya no es el hombre arrogante que confiaba en sí mismo, sino que había aprendido a respetar la opinión del Señor por encima de la suya propia. Era consciente de sus propias limitaciones, y se había dado cuenta de que sin el Señor, él no podría hacer nada. Fue entonces cuando se hizo posible la restauración. Y tuvo que ser pública, en presencia de los otros discípulos, para que sirviera de guía para todos. De esta manera el resto de los apóstoles escucharon el nuevo encargo que Jesús le hizo a Pedro: "Apacienta mis ovejas". Pedro volvía a ser útil. A partir de aquí ningún otro discípulo podría culpar a Pedro por su negación, puesto que su arrepentimiento había sido genuino, había aprendido la lección, y el mismo Señor le había perdonado y vuelto a colocar en el ministerio. Todo esto revela de una forma maravillosa la gracia y el amor perdonador del Salvador.

¿Amas tú al Salvador?

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Acerca de este Plan

La Gracia Inquebrantable.

"La Gracia Inquebrantable: Reflexiones Sobre la Negación de Pedro y la Bondad de Dios" es un estudio devocional de 8 días que explora la gracia de Dios a través de la experiencia de Pedro. Se basa en el Evangelio de Marcos y destaca la firmeza de la bondad de Dios en momentos de debilidad y negación.

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Nos gustaría agradecer a Luiselen González Quero por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://bit.ly/luiselengonzalez