Las TentacionesMuestra

Escrito por Anna, 19 años, de Shawnee, Kansas, EE. UU.

Cuando estaba en el bachillerato, ser amable con los demás no era algo que me resultara necesariamente difícil. Sin embargo, un día recibí una calificación que, en mi opinión, era mucho más baja de lo que merecía, había dedicado tanto tiempo y energía a la tarea que esperaba una mejor calificación. Empecé a enfadarme y a frustrarme, preguntándome por qué mi profesor me hacía esto. Durante el resto del semestre, me resultó muy difícil comportarme amablemente con este profesor; lo único que mi carne quería hacer era estar continuamente enfadada con él.

Santiago, el hermano de Jesús, nos dice que no podemos conocer realmente la fuerza de nuestro carácter hasta que vemos cómo reaccionamos bajo presión. Al igual que cuando alguien me trataba injustamente, era mucho más difícil mantener una buena actitud con esa persona. Dios quiere convertirnos en seres humanos completos, por lo que no nos aísla de todo el dolor. Soportar las pruebas nos hace madurar para ser capaces de anticipar los puntos ciegos y los errores antes de cometerlos.

Así que, busca la alegría en las pruebas a las que te enfrentas actualmente. En medio del dolor, en definitiva, estás creciendo, y nada se desperdicia, aunque pueda parecerlo. Cuando sientas la tentación de quejarte de tus luchas, pídele a Dios que te dé fuerzas para soportarlas. Dios camina a tu lado y nunca te dejará solo. En definitiva, ¡la fidelidad de Dios es la razón por la que podemos responder a todas las circunstancias de la vida con alegría!