Las TentacionesMuestra

Cuando nos sentimos abandonados a nuestra suerte o débiles y vulnerables, no hay sentimiento más grato que el de alguien que viene a rescatarnos; alguien que nos brinda su fuerza y nos cubre con su protección. ¡Dios viene así a rescatarnos! A veces puede ser a través del Espíritu de Dios que nos consuela cuando nos sentimos verdaderamente solos; otras veces puede ser mediante un amigo que siempre te cubre las espaldas; un padre que te paga algo que no podrías permitirte; o un líder que te anima de una manera que te recuerda que no estás solo. Cuando Dios nos ayuda utilizando a las personas que nos rodean, nuestra respuesta razonable es la acción de gracias alegre.

Esta semana, agradécele a alguien que haya sido un ejemplo de la fuerza y la ayuda de Dios durante un momento difícil de tu vida.