Vivir La Gloriosa EsperanzaMuestra

«Vivir la gloriosa esperanza 3»

Hemos visto dos de los cuatro consejos, acerca de cuál es nuestra parte como creyentes, mientras esperamos que Cristo venga por su iglesia, así como la novia espera al novio hasta el día de la boda. Ahora veamos los consejos 3 y 4.

3. Espera con gozo sin perder de vista cuál es tu esperanza

Tito 2:13, dice cuál es la esperanza del creyente: la seguridad de que nuestro Salvador regresará. ¿Por qué no debemos perder de vista esta verdad? Porque ciertamente nuestra estancia en la tierra puede ser dificil y lastimosa, y pasaremos por sufrimientos, pero nuestro gozo está en que estos problemas son TEMPORALES.

Nuestra esperanza se vive con fe, fortalece el alma y aumenta el gozo. La perspectiva correcta de nuestra esperanza es que Dios está control, que Cristo murió por mi pecado y que la compañía del Espíritu Santo es vigente en mi vida hoy.

4. Hacer el bien, animar en verdad, llevando el mensaje de amor con poder

En todas las demás grandes religiones del mundo, la salvación o la recompensa, vienen como consecuencia de lo que las personas hacen.

Con Jesús, la salvación no es por obras, es dada por gracia. Esto quiere decir que no hay nada que las personas puedan hacer para ganarse el derecho de ser salvas, porque siempre vamos a ser pecadores y siempre vamos a fallar. El derecho nos lo dá el sacrificio que Jesús hizo por nosotros en la cruz. ¡Es por su gracia! En otras palabras es un regalo y la gratitud de entender esa gracia nos lleva a hacer las cosas que hacemos.

Las buenas obras son una consecuencia de lo que ya me regaló y  están dirigidas a que otras personas puedan disfrutar del amor, la misericordia y la gracia de Dios a través de mi, para que eso las conduzca a encontrarse personalmente con Jesús.            

Tenemos un futuro de esperanza que es incomparable y maravilloso

Recordemos la parábola de las diez vírgenes; hubo cinco vírgenes insensatas y cinco prudentes. Las primeras, fallaron porque no estaban preparadas para el regreso del esposo, mientras que las otras sí.

Ya nos hemos comprometido con Jesús, ¿estás esperando al novio de forma prudente, o serás de las doncellas que están durmiendo o distraídas que no se preparan para la llegada del esposo?