La JugadaMuestra

Es difícil decirle no a la tentación cuando estamos solos. No importa cuánto lo intentemos, la verdad es que todos hemos cedido a la tentación en el pasado. Y, sinceramente, ¡todos volveremos a hacerlo! Pero aquí están las buenas noticias: No estábamos destinados para enfrentarla por nuestra cuenta. De hecho, ¡simplemente no podemos afrontarla solos! Por eso Dios nos ha dado exactamente lo que necesitamos no solo para resistir la tentación, sino para volver a empezar incluso cuando hemos cedido. Así pues, sé constantemente consciente de las posibles trampas y recuerda que tenemos acceso a la fuerza, el amor y el perdón de Dios. Esas cosas nos ayudarán a seguir adelante ante la tentación.

Comprométete con este versículo esta semana. Cuando te encuentres frente a la tentación, repítelo en voz alta como un recordatorio de la fortaleza de Dios para ayudarte a enfrentarla.