La JugadaMuestra

La vida puede ser muy complicada cuando cedemos a la tentación. Quizá sea porque lo que suele venir después son sentimientos de culpa, vergüenza o arrepentimiento. A veces acabamos sintiéndonos atascados, como si no hubiera salida o posibilidad de volver a empezar. Si te has sentido de esa manera, no te desanimes. Recuerden, incluso Jesús enfrentó la tentación. Aunque no cedió, podemos aprender mucho de cómo lo manejó. Y más que eso, podemos confiar en que Él sabe a qué nos enfrentamos y cómo nos sentimos en ello. Podemos confiar en Su ejemplo, Su amor y Su perdón para ayudarnos a empezar de nuevo.

Esta semana, pide a un adulto de confianza en tu vida, como uno de tus padres, el líder de tu grupo pequeño o incluso un hermano mayor, que lea contigo la historia de la tentación de Jesús en los pasajes bíblicos. Háblales de lo que te enseña sobre cómo afrontar tus propias tentaciones y cómo confiar en Dios para obtener fuerza y perdón en esos momentos.