¿Actuarás o Reaccionarás?Muestra

¿Actuarás o reaccionarás?

ACCIÓN: Ser un reflejo de Cristo

Hace varios años, cuando estaba en el mundo de los negocios, pasé por un entrenamiento para la revisión de un sistema de perfiles de personalidad. Me dijeron que las personas normalmente se ponen como una fachada para tratar de ser la persona que les gustaría ser, pero bajo presión recurren a lo que realmente son. Pensé que lo que se estaba enseñando era bastante fatalista, en el sentido de que decían que la gente no puede cambiar, y en el fondo, eres quién eres y no hay nada que se pueda hacer al respecto.

Desafié al profesor y le dije que, como cristiano, creo que la Escritura de 2 Corintios 5:17 enseña lo contrario. Dice: "Por tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es. Lo viejo ha pasado; he aquí que lo nuevo ha llegado". Me sorprendió su respuesta. Dijo que han descubierto que es cierto que los valores que uno aprecia anulan la personalidad normal de la persona y, de hecho, estaban en el proceso de escribir un "suplemento de valores" para su herramienta de evaluación.

Pero recuerda, algunos valores no son necesariamente buenos valores. Por lo tanto, puede que no sea necesariamente algo bueno. ¿Quieres que los buenos valores anulen tus instintos básicos? Entonces Cristo debe mostrarse a través de ti a las personas que te rodean, tanto en situaciones buenas como desafiantes.

A menudo decimos que el discipulado del Espíritu Santo al reformar a un hombre es una transformación de adentro hacia afuera. En otras palabras, comienza en el corazón del hombre, lejos de la vista de los demás. Si no está en el corazón, entonces nuestra fuerza de voluntad para reflejar el carácter de Cristo y hacer de nosotros mismos algo diferente de lo que somos en el fondo fracasará.

Bajo presión recurriremos a nuestra personalidad normal, que a menudo es destructiva. Pero, si nuestro corazón es bueno porque vivimos en estrecha proximidad con Cristo, entonces lo que la gente ve y escucha de nuestra vida es un reflejo de Cristo sin importar nuestras circunstancias. El reflejo de Cristo es lo que el mundo necesita ver. Así que descúbrelo y déjalo brillar.