Una Fe VivaMuestra

Una fe viva: Conquista

Durante estos días hemos leído sobre los grandes hombres de fe, personas que encontraron el propósito por medio de la fe en el Dios invisible, tenían la certeza de que este Dios les habló tan claramente que no pudieron negarse. Pero no olvidemos que fueron humanos como tú y yo, seres creados con las fortalezas y limitaciones que nosotros también tenemos. ¿Cómo lograron realizar tan grandes cosas?

Al no tener superpoderes y tener las limitaciones humanas de tiempo y espacio, ¿cuál fue el factor que hizo mover las circunstancias para realizar lo irrealizable, mover lo inamovible, alcanzar lo inalcanzable?

Cada uno se dejó conquistar por la fe. Debieron aprender a doblegarse a la fe, dejar de lado sus paradigmas.

El camino de la fe es único, no hay atajos, no hay rutas diferentes o alternativas. La fe viva conquista la mente y corazón de la persona; Determina el itinerario, establece la agenda, actúa como organizador y director para que la persona pueda ser el ejecutor.

Estos hombres no encontraron alimento más dulce que la fe viva en sus vidas.

Oremos: “Dios, queremos que la fe viva nos conquiste, que podamos verte en cada decisión, que nos movamos conforme Tú fijas la ruta de nuestras vidas, nos dejemos llevar por el camino de Tu justicia y paz para cruzar con éxito los valles y montañas, para llegar a los lugares que no hemos imaginado y contemplar que tu plan es el mejor”.