LA CRUCIFIXIÓN

El jueves por la noche Jesús compartió su última comida con sus discípulos. Después fue al Huerto de Getsemaní a orar, donde fue traicionado por Judas Iscariote y arrestado por los guardias del templo.

Posteriormente, fue llevado ante los líderes judíos, quienes en realidad no tenían la autoridad para ejecutar a nadie, por lo que enviaron a Jesús ante el gobernador romano, Poncio Pilato, para que lo juzgara. Aunque Pilato no encontró culpable de nada a Jesús, la multitud lo presionó hasta el punto de que logró que fuera sentenciado a muerte.

Jesús fue golpeado, se burlaron de Él y fue obligado a llevar su propia cruz al lugar de su ejecución, llamado Gólgota. Allí fue crucificado en medio de dos criminales y murió tras horas de agonía en la cruz.

A pesar de este espantoso acontecimiento, este viernes es conocido como Viernes Santo; y representa el día en que Jesús dio su vida como pago por los pecados del mundo.

Lee Mateo 27:27-50 y haz la siguiente oración:

Padre Celestial, hoy recordamos el dolor y el sufrimiento que Jesús soportó para que nosotros fuésemos perdonados de nuestros pecados. Que nunca olvidemos ni perdamos de vista el costo que implicó restaurar nuestra relación rota contigo. Estamos agradecidos porque enviaste a tu Hijo Jesús; por abrirnos un camino para acercarnos a ti; y por darnos la oportunidad de acercarnos a ti en oración.

En el nombre de Jesús. Amén.