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Gozo: No es de este mundo

Jesús acababa de bajar de la montaña con sus discípulos. Había innumerables personas esperándole en el valle. Todos querían tocar a Jesús. Porque de él emanaba un poder que curaba a los enfermos. Fue justo ahí cuando Jesús se volvió hacia sus discípulos. Y con sólo unas palabras, puso su mundo patas arriba para siempre.

"Dichosos ustedes los pobres, porque el reino de Dios les pertenece. Dichosos ustedes que ahora pasan hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes que ahora lloran, porque luego habrán de reír. Dichosos serán ustedes cuando los odien, cuando los discriminen, los insulten y los desprestigien por causa del Hijo del hombre. Alégrense en aquel día y salten de gozo, pues miren que les espera una gran recompensa en el cielo".

Jesús deja claro que su reino funciona con reglas distintas. Y luego pide a sus seguidores que pregunten al Padre que está en los cielos:

"Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo“.

Jesús está diciendo: Aunque todavía no lo parezca. Aunque ahora seas perseguido o tengas que aceptar desventajas por tu fe. Ora al Padre para que su reino se extienda en esta tierra. A través de cada uno de nosotros y en cada uno de nosotros. Estas palabras siguen siendo válidas hoy. Dios quiere traer su reino de justicia, paz y gozo a este mundo a través de tu vida. Ese es tu llamado. Esa es tu misión como seguidor de Jesús.