Floreciendo en La FeMuestra

CARTA 4

Querida hija:

Me dirijo a ti para recordarte que en tus momentos de vulnerabilidad se manifiesta mi fortaleza. Mi gracia es suficiente para ti, revelando su poder de manera más evidente en tus debilidades. Anímate a mostrar tus puntos débiles, pues en ellos resplandece con mayor intensidad mi poder. Al igual que mi hijo Cristo, permite que mi fuerza se manifieste en medio de tus desafíos y tribulaciones.

Ama tus debilidades, los insultos, las penurias y las persecuciones, porque en esos momentos se manifiesta mi amor y poder en ti. Recuerda que cuando te sientes débil, en realidad eres fuerte, sostenida por mi poder. Permíteme guiarte y fortalecerte en cada paso, pues estoy a tu lado en todo momento.

Dos relatos sagrados que respaldan este mensaje resplandecen en 2 Corintios 12:9-10, donde resuena la voz celestial: "Mi gracia te es suficiente, pues mi poder se perfecciona en la debilidad". Con júbilo, el mensajero celebra sus flaquezas, pues en ellas descansa la fuerza divina. En armonía, Filipenses 4:13 proclama: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Estas antiguas palabras nos susurran que en nuestros momentos de fragilidad y tribulación, encontramos la inquebrantable fortaleza de lo divino.

Con infinito amor,

Dios