No Dejes De AmarMuestra

Amar a Dios es obedecerle

1 Juan 5:1

[1] Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.

Inicialmente podemos ver que este versículo nos enseña no solo a creer en Jesucristo, sino a amar al Padre que le engendró y amar a Cristo su hijo.

Nuestra fe va más allá de solo una fe inicial de “ven-al-altar-y-se-salvo”, sino una fe constante y permanente, una dependencia y una confianza continuas en el Padre y en Jesucristo.

Toda relación íntima inicia por conocer a esa persona y aprender a amarla, nuestra relación con Cristo y el Padre no serán la excepción, nadie puede permanecer mucho tiempo con alguien a quien no ama o con quien no pasa tiempo de calidad.

Juan dijo:

1 Juan 5:3 RVR1960

[3] Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.

El amor hacia a Dios va más allá de asistir a una iglesia o decir que somos cristianos, el amor a Dios se demuestra en la obediencia a Él, en conocer y obedecer sus mandamientos que como dice está escritura “No son gravosos “

2 Juan 1:6 RVR1960

Debemos poner a Dios sobre todo lo demás de nuestra vida. Él debe estar primero, tal como lo declara en el primero de sus Diez Mandamientos: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3).

S. Marcos 12:30 RVR1960

[30] Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

Amar a Dios sobre todas las cosas significa que Él es lo primero para nosotros en todo momento. Cuando amamos a Dios con todo nuestro ser, buscamos su presencia, su compañía y compartimos con Él todo lo que nos sucede. Nos esforzamos en agradarle en todo, porque Él es lo más importante.

Dios es uno, y solo Él puede ser el centro de la vida del ser humano. Dios exige que el individuo lo ame con todas sus facultades, con todo su ser. Tal amor por Dios hará que sea fácil obedecerlo y adorarlo. Cuando este amor está presente, nada puede ir mal; cuando este amor falta, nada puede ir bien.

S. Mateo 22:37 RVR1960

[37] Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.

Los hijos de Dios somos llamados a amarle con todo nuestro ser, no es algo opcional, de hecho, si lo haces, estás cumpliendo con el primer y gran mandamiento. Amar a Dios de esa forma nos ayuda a enfocarnos en lo que es realmente importante: nuestra relación con Dios. Todo lo demás va mejor, cuando nuestra relación con Dios es correcta y primordial. No dejes pasar ni un día sin estar en comunión con Él, pasa tiempo leyendo su Palabra, meditando en ella, orando, adorando su nombre y pidiéndole que te ayude a obedecer y guardar sus mandamientos.

Deuteronomio 6:5 RVR1960

[5] Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.