Soy Cristiano y Soy PoliticoMuestra

¿Hay política en la Biblia?

Antes que nada, sugiero que respondamos de una manera objetiva si las Sagradas Escrituras, sobre las cuales basamos nuestra moral y conducta, hablan abiertamente acerca de la política. Pero para esto, es necesario reconocer que ciertos pasajes han sido tergiversados con fines políticos, y de ahí surge una postura un tanto negativa en cuanto a la participación de los cristianos en la política. Estas porciones son, por ejemplo: “Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna” (1 Timoteo 2:1-2). Y: “Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él” (Romanos 13:1), como si esto se tratara de un fundamento para someter al pueblo o justificar la corrupción.

Primero, la Biblia no habla de la política de manera explícita.

Como cristiano, ¿debo estar del lado de la derecha o puedo simpatizar con los de centro izquierda? ¿La Biblia dice que nuestro modelo económico debe ser capitalista o socialista? En síntesis, la Biblia es “Heilgeschichte”, es decir, la historia de la salvación. No es un libro de política. La menciona, pero de manera implícita.

Segundo, se lee entre líneas la gran influencia que ejerce la política.

El hecho de que la Biblia no hable explícitamente acerca de la política no significa que no lo haga de manera implícita. Es interesante leer la historia de los patriarcas como Abraham a partir de un enfoque político, pues mantienen una dinámica y permanente relación con los reyes de ese tiempo (Génesis 12:18-20; 14:17-24; 20:1-7). En otras palabras, las Escrituras no hacen omisión de la interrelación que existe entre la fe y la política al exponer a ciertos reyes y sus pecados y el consecuente sufrimiento del pueblo como castigo. El retorno del cautiverio babilónico por parte del pueblo judío se dio en un marco netamente político conocido como el decreto del rey Ciro. En síntesis, la política es un área en donde Dios interviene, según la cosmovisión bíblica.

Tercero, presenta a algunos dirigentes como modelos de liderazgo cristiano.

José llegó a ser el número dos de todo Egipto a los 30 años de edad: “Quedarás a cargo de mi palacio, y todo mi pueblo cumplirá tus órdenes. Solo yo tendré más autoridad que tú, porque soy el rey” (Génesis 41:40). Débora fue la única mujer jueza en la época de los jueces: “Los guerreros de Israel desaparecieron; desaparecieron hasta que yo me levanté. ¡Yo, Débora, me levanté como una madre en Israel!” (Jueces 5:7). Nehemías fue un alto dirigente del palacio real que Dios lo usó para reconstruir el muro de Jerusalén. “Señor, te suplico que escuches nuestra oración, pues somos tus siervos y nos complacemos en honrar tu nombre. Y te pido que a este siervo tuyo le concedas tener éxito y ganarse el favor del rey. En aquel tiempo yo era copero del rey” (Nehemías 1:11). Ester ocupó el cargo de esposa del rey, y salvó a su pueblo. “Si a su majestad le parece bien… el rey ordenó que se hiciera así” (Ester 9:13-14). Y la lista continúa.