Del autorechazo a la aceptaciónMuestra
Después de esta experiencia de caminar con Jesús y afirmar nuestra voz, sucede el milagro exterior, el ciego recobra la vista que alguna vez tuvo, y al escuchar su voz, también puede verse con los ojos de Jesús. No fue sanado a cambio de algo, no necesita ir a la aldea para hacer más famoso a Jesús, puede ir regreso a casa donde le esperan los suyos. Quien vuelve a ser la persona que fue destinada a ser puede lidiar con el autorechazo y mirar más allá de las etiquetas del pasado. Se queda con una sola verdad: Soy amado y he sido restaurado.
Hay dos regalos en los que vale la pena reflexionar sobre el obrar de Dios en nuestra vida. Jesús se especializa en restauración completa, quizás necesitamos paciencia mientras Él va trabajando en áreas que nosotros no éramos conscientes que necesitábamos sanar. A veces pedimos florecer y Él nos poda. Y el otro regalo es que Jesús no quiere ser famoso por sus milagros, quiere ser significativo por sus relaciones. Las multitudes pueden impresionar a cualquiera. Pero a Jesús no, el sabía que un día podían aclamarle como el nuevo rey y a la semana siguiente gritar “crucifícalo”.
Una de las evidencias de que estamos siendo sanados del auto rechazo es que empezamos a vernos valiosos y amados personalmente por Dios. Las multitudes ya no nos definen, las redes sociales pierden poder, podemos volver a casa a ser quienes fuimos a destinados a ser. Creo que Jesús prefiere mil veces que nos conectemos profundamente con Él y con nuestros semejantes antes que seamos famosos por el espectáculo en la Aldea. El nos puede enseñar a distinguir entre lo que transforma y lo que es solo un fuego artificial.
Oremos: Padre, ayúdame a mirarme con tus ojos, a mantener la expectativa en el proceso de restauración así no siga el ritmo, la velocidad o las expectativas planeadas por mí. Creo de corazón que Tú eres bueno, que te intereso profundamente y que deseas mi bien. Gracias por Tu bondad invencible que no se cansa, gracias por que puedo ver mas claramente quien soy yo cuando te veo y me veo en Ti.
Escrituras
Acerca de este Plan
Acompáñame junto con el ciego de Betsaida explorando uno de los milagros más extraños que Jesús hizo cuando camino con nosotros. Había una herida más profunda que la ceguera misma y quizás una de las más comunes en nuestros días. Jesús nos muestra el camino redentor para salir del autorechazo y volver a ser quienes siempre fuimos para Dios.
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Nos gustaría agradecer a Australis por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.australiszone.org/