Medita: Mastica La Palabra Y Considera Su SignificadoMuestra

“Proceso para atesorar la Palabra en el corazón”

A continuación, encuentras paso a paso, el proceso que te recomiendo para atesorar la Palabra de Dios en tu corazón. La memorización es indispensable para transformar tu mente. Cambia tus pensamientos antiguos, por los pensamientos de Dios. La memorización va de la mano con la meditación, dos herramientas importantes para crecer en Cristo.

 Día uno: planifica

1. Elije un nuevo versículo para esta semana y guarda en tu libreta espiral de memorización de Escrituras. Realiza el plan de trabajo de memorización. Haz que tu plan de memorización de las Escrituras funcione de acuerdo con tu estilo personal de aprendizaje, cambiándolo hasta encontrar tus necesidades. Haz una lista para personalizar tu plan.

2. Sigue el proceso de meditación que vimos en los primeros días de este devocional, a través de tu semana de memorización del versículo.

3. Repasa el versículo de la semana anterior cada día, mientras aprendes uno nuevo. 

4. Toma una libreta espiral o tarjeta del versículo, contigo a todas partes donde vayas y recuerda unir tus asuntos personales al versículo en proceso de memorización, repasa el versículo mientras viajas en el carro, lavas tus dientes, lavas la ropa, esperas en fila, antes de comer, antes de dormir en la noche.

Días dos a seis, viviendo intencionalmente

1. Repite los ejercicios del día uno, cada día.

2. Busca oportunidades para compartir el versículo. Escribe el versículo cada vez que envíes un correo, ¡no hagas copiar y pegar! Comparte en Facebook, Twitter, Instagram, o trata de trabajarlo al menos, en una conversación cada día.

3. Dale a tu mente la tarea de recordarlo mientras te acuestas cada noche. Intenta citar la mayoría de los versículos antes de quedarte dormido. En la mañana, no permitas que tus pies toquen el piso sin que intentes decir el versículo de la semana.

Día siete: día de repaso

1. Trata de escribir el pasaje en tu diario de oración o en el espacio inferior de tu tarjeta de memorización, sin mirar tu libreta espiral. Verifica como lo hiciste. Apunta cualquier luz especial que descubriste, o las diferentes maneras prácticas de aplicar el pasaje a tu vida.

2. Contacta a tu compañero de equipo y comparte tu versículo y cómo Dios lo usó en tu vida. ¿Te ayudó en superar la tentación? La verdad del versículo, ¿te convence o trabaja tu carácter de alguna manera?