Una palabra a su tiempoMuestra

Encuentra descanso en la Palabra

Charles Spurgeon dijo una vez: «Una Biblia desgastada es evidencia de una vida que no lo está». Obviamente, solo porque la Biblia de alguien esté desgastada no significa que su vida sea perfecta o que no tenga desafíos. Pero cuando nuestro mundo es sacudido, estar en la Palabra de Dios nos cambia, renueva nuestra mente y nos da una base sobre la cual no solo podemos pararnos, sino construir una vida firme.

Efesios 5:26 y Romanos 12:2 son buenos recordatorios de la importancia de meditar en la Palabra para renovarnos, refrescarnos y limpiarnos de todas las influencias del mundo que nos rodea. Realmente hay una batalla por nuestra mente y corazón.

Uno de mis padres espirituales, el difunto Dr. Edwin Louis Cole, enseñó que a veces lo más espiritual que puedes hacer es alejarte y descansar. En ocasiones, solo necesito alejarme de todo lo que está sucediendo, de todas las necesidades y cargas que existen, e irme a un lugar de descanso y reflexión donde pueda concentrarme en Jesús y en escuchar Su Palabra.

Jesús fue ejemplo de este estilo de vida. A lo largo de sus tres años y medio de ministerio en la Tierra, los Evangelios nos dicen que a menudo se tomaba el tiempo para alejarse a solas y orar. El tiempo que pasaba con Su Padre le daba la perspectiva, la claridad y la determinación que necesitaba para continuar en el propósito del Padre.

Sin importar por lo que estés pasando, tómate el tiempo para estar con el Señor y meditar en Su Palabra para tu vida. Jesús te invita a que vengas a Él para descansar y refrescarte. Es muy importante que regularmente nos tomemos un tiempo lejos de toda la contaminación acústica que nos rodea para entregar nuestras cargas a Aquel que nos cuida. Entonces, recibimos Su perspectiva y claridad para poder tener la energía y la fuerza para procurar Su propósito para nuestra vida.

Hay poder en la Palabra de Dios: produce vida, produce una cosecha abundante y logra todo lo que Dios desea. Isaías 55 declara que Su Palabra no volverá vacía, de modo que podemos tener confianza en su eficacia. La Palabra funciona. No vuelve vacía. Es nuestra Palabra a su tiempo. ¡Es la Palabra de vida!

Padre celestial, quiero ser una expresión tangible de Tu amor. Limpia mi mente con Tu Palabra y enséñame a orar Tu verdad sobre mi vida y sobre los que me rodean.