Fuimos Perdonados Para PerdonarMuestra
Fuimos perdonados para perdonar
Definitivamente, hemos estudiado a lo largo de nuestro caminar con Jesús lo que significó el sacrificio que hizo por nosotros para que recibiéramos el perdón por nuestra desobediencia, por nuestros pecados; reconciliándonos con el Padre para la eternidad. Sabemos que su perdón fue un regalo que no merecíamos, que nos lo dio por amor; incluso sin que nosotros hiciéramos algo para demostrarle que estábamos arrepentidos.
Al principio, nosotros ni siquiera éramos conscientes de que estábamos en pecado y que necesitábamos ser perdonados. Fue por el Espíritu Santo, que pudimos ser quebrantados y convencidos de nuestra maldad, de la oscuridad en la que vivíamos; con tan sobrenatural gracia pudimos reconocer que Jesús, era nuestra única esperanza, esa esperanza que nos libraría de la destrucción eterna.
Recibimos el perdón de Dios al costo más alto: La vida de Jesús. Él se entregó hasta la muerte para perdonarnos. Ahora, no hay pecado, pasado, presente ni futuro que pueda apartarnos de la esperanza eterna que tenemos en la salvación otorgada por Jesús, esta es un don recibido que quizá nos hace falta comprender en relación al sobrenatural amor de Dios; fuimos perdonados por Él para la eternidad, no hay condenación para nosotros, no somos blanco de su ira. Jesucristo nos hizo libres eternamente.
Entendiendo la magnitud del perdón de Dios, recibido a través de la gracia por medio de Jesús, tenemos que preguntarnos: ¿Qué vamos a hacer con tan invaluable don? Con el que hemos sido abrazados por nuestro Padre Eterno y por nuestro amado Salvador. La respuesta a la pregunta anterior es que fuimos perdonados para perdonar. No podemos negar la gracia con la que hemos sido favorecidos negando a otras personas la oportunidad de experimentar la misma gracia que recibimos; no podemos blasfemar contra la sublime gracia de Dios, después de entender cómo nos encontró Jesús, todo lo que hacíamos y lo que éramos ante Él.
Si tenemos salvación, es porque por el Espíritu hemos podido reconocer cómo estábamos sin Jesús, cuál era nuestra condición alejados de su Nombre, cuán justa ira divina era la sentencia que debimos recibir por nuestra desobediencia y por nuestra maldad.
Fuimos perdonados para perdonar, para amar a otros de la misma inmerecida manera en que fuimos amados por Jesús, dando su vida por nosotros siendo pecadores, siendo enemigos suyos y enemigos de Dios.
Escrituras
Acerca de este Plan
Solo podemos perdonar a la luz del sacrificio de Jesús y de la gracia con la que Él nos miró, a pesar de no merecerlo. Confío en que este plan que, me ha inspirado el perdón recibido por medio Jesús, pueda serte útil para comprender que el perdón se otorga de la misma manera en que lo recibimos, por gracia.
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Nos gustaría agradecer a Marysela Ocampo O. por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/confiadosenJesucristo