Toma tiempo para escuchar

Muéstrale tu amor con tu silencio.

Tu Reto

• No digas nada negativo acerca de tu esposo a él mismo o a ninguna otra persona.
• Dile a tu esposo algo que admires o aprecies de él y díselo a alguien más, aparte de él.

«... sea pronto para oír, tardo para hablar...» (Santiago 1:19).

Cuando mi esposo tomó una clase de consejería bíblica, una de sus tareas fue que asistiéramos a una sesión de asesoramiento con su maestro. El propósito era que él estuviera del lado del aconsejado y aprendiera del proceso. Todo estuvo bien. . . hasta el final. En ese momento, el consejero me miró a los ojos y dijo: «¿Has notado que no le permites a este hombre hablar?». Me congelé, y mi esposo dijo (con la mejor de las intenciones): «¡Pero ni siquiera me doy cuenta!». El consejero replicó: «¡Ese es el problema!».

En ese momento me di cuenta de que no estaba siendo intencional en cultivar silencio como una demostración de amor hacia mi esposo. Algunas cosas que parecen muy simples requieren de arrepentimiento genuino, porque una boca conversadora puede ser evidencia de un corazón orgulloso. Ahora cada día es una nueva oportunidad de amar a mi esposo a través del silencio, con un corazón que está listo para escuchar.

Pídele al Señor hoy que te muestre si hay algún rastro de pecado por el cual necesitas arrepentirte. Renuncia a tu deseo de hablar, da tu silencio y atención a tu esposo como una expresión de amor hacia él.

Oración

Señor Jesús, abre mis oídos para, verdaderamente, escuchar a mi esposo. Enséñame a perseguir pacientemente su corazón con preguntas de sondeo. Despierta mi curiosidad por todas las cosas no habladas y ocultas como tesoro en su corazón y alma. Ayúdame a honrar lo que él comparte conmigo y a nunca usar esto como municiones contra él.

Un testimonio de alabanza

«Este reto ha sido una bendición y me abrió los ojos y el corazón en áreas de mi matrimonio donde había mucho espacio para mejorar. No todo fue fácil y fue muy desafiante en muchos días, ¡ya que soy tan mandona! Hay una razón por la que tengo dos oídos y una sola boca, así que espero y escucho antes de hablar y darle al Espíritu Santo la oportunidad de alcanzar mi boca desbocada».

Reflexiona y responde

1. Pregunta a tu esposo acerca de algo que esté interesado y realmente escucha sus respuestas.
2. Pregúntale acerca de formas en las que podrías servirle mejor. (No trates de pedir disculpas o justificarte a ti misma; solamente escucha).

Profundiza

Dale a tu esposo el regalo de tu atención y silencio. Sé cuidadosa de no bombardearlo con demasiadas preguntas para hacerlo hablar. Solo sé diligente y expresa tu interés y amor. Sé intencional en dejarlo responder primero en entornos sociales y evitar contradecirlo en público. Recuerda que tus palabras no demuestran lo que vales.