Apartadas - Viviendo Una Vida Que Glorifique a DiosMuestra

De Cuerpos Consagrados

Imitadoras de Dios

Lee: Efesios 5:1–5

EOAO: Efesios 5:1–3

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y vivid en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios.

Pero vosotros debéis comportaros como corresponde a los creyentes; por eso, ni siquiera habléis de inmoralidad sexual ni de ninguna clase de impureza o de avaricia.

En el texto

Como hijas de Dios, debemos parecernos a nuestro Padre. A medida que crecemos y maduramos en nuestra fe, debemos adoptar más y más características de Dios, convirtiéndonos en imitadoras de Dios. Nuestro Padre celestial quiere que nos esforcemos por la santidad, aunque no seremos perfeccionadas hasta el cielo. Sin embargo, Él nos dará lo que necesitamos para vivir una vida apartada, especialmente si buscamos caminar en amor, tal como Cristo nos amó. El amor de Jesús por nosotras fue tan grande que se entregó a Sí mismo por nosotras como ofrenda y sacrificio fragante a Dios. Ese es un amor profundo e inquebrantable que estamos llamadas a imitar en nuestras vidas.

Cuando imitamos a Dios, hacemos brillar Su luz en un mundo oscuro al mostrar la diferencia que Dios hace en nuestras vidas. Nos convertimos en ejemplos vivos y respirables de la gracia y el amor de Dios para quienes nos rodean. Estamos llamadas a ser diferentes. Estamos llamadas a destacar. Estamos llamadas a vivir apartadas. La forma en que amamos a los demás, la forma en que nos comportamos y la forma en que elegimos vivir nuestras vidas deben ser un reflejo de la bondad de Dios.

¡Ser apartada es algo hermoso! Significa que estamos viviendo nuestro propósito, mostrándole al mundo cómo es caminar de la mano de nuestro Padre. Cuando abrazamos quiénes somos en Cristo, como hijas muy amadas, no querremos reflejar nada que no sea un reflejo de nuestro Padre. En cambio, querremos vivir vidas sexualmente puras, amables y generosas porque, en el amor, queremos reflejar a Aquel que tan generosamente sacrificó tanto por nosotras.

Oración

Querido Jesús, ayúdame a ser una imitadora Tuya, caminando en amor y destacándome como hija Tuya. Que mi vida sea un testimonio de Tu gracia y amor. Amén.