Nueva VidaMuestra

EL MEJOR MOMENTO

Y tras el terremoto un fuego; mas el SEÑOR no estaba en el fuego. Y tras el fuego una voz apacible y delicada (1 Reyes 19:12).

El Espíritu de Dios tiene una voz apacible y delicada, pero créeme, no es débil.

La vida siempre será la vida, habrá aflicción, más de la que nos gustaría. Y los problemas gritarán en tu cabeza, y la ansiedad gritará, y el dolor y angustia serán escandalosos, el miedo gritará fuerte, la prueba será ruidosa en nuestra alma… Aunque, también otras cosas gritarán, los aplausos gritarán, un gran titulo gritará, los logros gritarán en tu alma.

Ante todas estas cosas, no dejes que el sonido de los aplausos sean mas ruidosos que el susurro de Dios, no dejes que los problemas griten tan fuerte que te distraigan de la voz apacible y delicada de Dios.

Jesús nos enseña a tomar un momento “cerrar la puerta y orar al Padre”.

¿Qué hay detrás de la puerta?

El maravilloso lugar secreto, quietud, un lugar privado, donde están el Padre y tú, el lugar perfecto para bajar el ruido de la ansiedad, la duda… y los aplausos.

Para mí, ha sido un momento donde tras cerrar la puerta, sé que puedo ser la versión más transparente, honesta, vulnerable, donde puedo llorar, gozarme o solo estar quieta y escuchar.

Ahí encuentro a mi mejor amigo, Jesús, ahí encuentro al Señor a quien rindo cuentas, al Padre que me cuida, al Espíritu Santo mi amigo más íntimo.

Demos gloria y honra a Dios en todo, Él lo merece, Él es digno.

Él merece la pena y la gloria.

¿Qué resuena hoy más fuerte en tu cabeza y tu alma, los gritos de todas estas cosas o la voz apacible de Dios?

Tomemos el gran privilegio de estar cada día a solas con Dios, dentro de todos los momentos del día, ese es el mejor.