40 Días de AdoraciónMuestra

¿Alguna vez te detienes a pensar en lo que te dices a ti mismo? Todos hablamos con nosotros mismos, aunque no nos demos cuenta. Estas conversaciones que sostenemos dentro de nuestras mentes pueden tener un impacto profundo en nuestro bienestar, ya sea de manera positiva o negativa.

Tu relación con Jesús debería formar la base de un diálogo interno positivo. Sin embargo, para que eso suceda, debes ser intencional respecto a escucharte a ti mismo y alinear tu conversación interna con lo que Dios dice en lugar de lo que el mundo a tu alrededor dice. David entendía esto. Escribió: “Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh Señor, mi roca y mi redentor” (Salmo 19:14).

Comprender tu identidad en Jesús es fundamental para esta alineación. Tu identidad no puede estar vinculada a tus acciones; en cambio, debe estar firmemente anclada en Cristo. No puedes ganar la aprobación de Dios. Es un regalo otorgado a través de Jesús. En Él, eres una nueva creación, liberado de pecados pasados, recibido en la familia de Dios y fortalecido por Su gracia. No necesitas ganar nada ni demostrar nada. No tienes que buscar validación externa ni participar en un diálogo interno negativo basado en la inseguridad.

Durante tus quince minutos a solas con Dios cada mañana, practica reformular tu diálogo interno para que coincida con lo que Dios dice acerca de ti. Encuentra tu suficiencia en Él. Deja que Su aceptación de ti sea todo lo que necesitas para aceptarte a ti mismo.

Cambiar tu diálogo interno es parte de lo que significa Romanos 12:2 al decir: “Dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar”. Algunas traducciones de la Biblia usan la palabra “renovación”. La renovación de tu mente desempeña un papel fundamental en nutrir un diálogo interno positivo. Al reemplazar las mentiras de la negatividad con la verdad revelada de Dios, tu diálogo interno se volverá más positivo y preciso.

Esta renovación de tu mente ocurre a través de la oración, la lectura de las Escrituras y el tiempo en la presencia de Dios. Esto debería ser un enfoque principal en tus primeros quince minutos con Dios. Al alinear tu corazón con el Suyo mediante la entrega, limpias tu mente de diálogos internos negativos. El Espíritu Santo te ayudará a reconocer y capturar rápidamente pensamientos negativos que se hayan infiltrado a través de la exposición a influencias externas, incluyendo lo que escuchas, ves y participas en las redes sociales, así como la compañía que mantienes y el estilo de vida que sigues.

Dedica unos momentos a dejar que Dios renueve tu mente esta mañana. Evalúa tu diálogo interno y permite que el Espíritu Santo alinee tu conversación interna con Su perspectiva sobre ti.

Preguntas para Reflexionar

1. ¿Tiende tu diálogo interno a ser más negativo o positivo? ¿Qué impacto tiene en tu bienestar?
2. ¿En qué áreas tiendes a tener más dificultades cuando se trata de tu diálogo interno y tu perspectiva de ti mismo? ¿Cómo podrías reemplazar declaraciones negativas con positivas?
3. ¿Cómo ayudan cosas como la oración, la lectura de las Escrituras y pasar tiempo en la presencia de Dios a renovar tu mente?