21 Días Oración y Ayuno "Vivir en el Llamado"Muestra

MANEJANDO LOS FRACASOS

David fue un hombre ungido y elegido por Dios, y se convirtió en la persona más famosa y victoriosa entre los israelitas. Sin embargo, hubo un momento en que se sintió como un fracasado. No tenía a dónde ir. El rey Saúl, su suegro, estaba en su contra y quería matarlo. No había refugio, y se sintió abrumado por la preocupación y la desesperación. En esta crisis, su amigo Jonatán fue a él y lo ayudó a encontrar fuerzas en Dios.

En este contexto, aprendemos que, en nuestras vidas como pueblo de Dios, puede haber momentos en que experimentemos fracasos, cuando los obstáculos y desafíos obstaculicen nuestro progreso, y eso está bien. En esos momentos, necesitamos buscar la ayuda de Dios y la comunión de nuestros compañeros creyentes que pueden ayudarnos a fortalecernos en Dios. Como ministros de Dios, no debemos centrarnos solo en los objetivos de la misión, sino también cuidar de nuestros compañeros creyentes, compañeros de equipo y discípulos. También debemos cuidar sus necesidades físicas, espirituales y emocionales.

Pablo describe la comunión de los creyentes como parte del cuerpo, y somos un sistema de apoyo mutuo. Por eso Jesús envió a Sus discípulos en parejas para apoyarse y fortalecerse mutuamente en Dios. Así es como podemos cumplir eficazmente la misión de Dios y mantenernos conectados con Dios.


ORACIÓN
Gracias, Señor, porque siempre estás conmigo, incluso en mis momentos más bajos. También has colocado a compañeros creyentes para animarme a levantarme de mis fracasos. En mi debilidad, Tu poder se perfecciona. Puedo levantarme y ayudar a otros que han experimentado el fracaso. En el nombre de Jesús. Amén.