AMOR.Muestra

Dios se sintió impulsado por el amor hacia nosotros. Ese amor no fue pasivo; estaba activo. Puesto que Dios amaba, daba.

El amor debe inclinarse siempre en la dirección del ser amado. Jamás puede quedarse sentado egoístamente. Debido a que Dios nos amaba, no se quedó sentado esperando a ver si nos dábamos cuenta. Vio el problema de nuestro pecado y se puso en marcha para hacer algo al respecto. Es el acto supremo de amor que tenemos la bendición de recibir.

Hoy, ¿qué es lo más amoroso que puedes hacer por alguien? Piénsalo por un momento, ¡pero luego también actúa! Recuerda, si no es activo, no es amor en su totalidad.