AMOR.Muestra

Juan, el discípulo que llegó antes que Pedro a la tumba, siguió la fe irracional de Pedro para ver por sí mismo que Jesús había resucitado. En ese momento, en su fe, algo hizo clic. Ahora, las lecciones de Jesús y de la Biblia que él conocía se fusionaron en una increíble epifanía: Jesús tuvo que morir para poder vencer a la muerte. Hasta entonces, no entendían del todo lo que Jesús estaba haciendo, pero a partir de ese momento, los discípulos lo entendieron.

¿Y qué hicieron a continuación? Lo más casual del mundo: ¡Simplemente se fueron a casa! Me imagino el diálogo diciendo: "¡Vaya! QEs decir, ¿puedes creer que lo hiciera? Una locura, ¿verdad? Buen trabajo, Jesús. Oye, tengo hambre. ¿Quieres ir por un sándwich?".

Aún así, creo que hay algo más profundo en que los discípulos se vayan a casa en ese momento. Creo que lo hicieron con mucha confianza. Si Jesús realmente logró lo que dijo que haría, entonces había una victoria. No necesitaban deambular ni preocuparse. En lugar de eso, podían descansar sabiendo que su Salvador había cumplido sus promesas.

Hoy, dedica 20 minutos a sentarte en silencio. Relaja tu mente y piensa en lo que Jesús hizo por ti. Pídele confianza en su amor y en sus promesas para esta semana.