Verdaderamente LibresMuestra

Una mente libre

Podemos vivir una vida absolutamente libre desde lo físico y hasta en la capacidad de tomar decisiones de todo tipo. Nuestra libertad puede tener límites muy lejanos, sin embargo, podemos ser esclavos de nuestra propia mente. Todo comienza por la mente, los aciertos y las equivocaciones nacen en la mente. El poder de la mente puede más que cualquier otro poder. Tu mente puede hacer de ti una increíble persona o transformarte en un miserable. Nuestra mente es un depósito infinito de pensamientos que terminan determinando nuestra conducta y emociones. La definición de la palabra "pensar" es: Formar ideas y representaciones de la realidad en la mente, relacionando unas con otras.

De la manera en que pensemos, vamos a generar realidades diferentes en nuestra mente y por ende en nuestras vidas. El Señor nos enseña la mejor manera para pensar y poder tener una mente sana. Hay maneras de pensar que pueden llevarnos a vivir vidas de fracaso y otras maneras de pensar que pueden hacernos alcanzar metas y sueños mayores a lo que alguna vez nos imaginamos, el secreto es con qué y cómo alimentamos nuestra mente.

Por tal motivo, resulta imprescindible no vivir en la esclavitud de nuestra mente. Libramos una lucha permanente en nuestra mente. La batalla la libramos en nuestro interior. La guerra con nuestra mente no se gana solo con la mente, se gana espiritualmente. Por eso, el lugar que demos a Dios en el espacio de nuestros pensamientos es el porcentaje de batalla que estaremos ganando día a día.

Podemos permanecer esclavos de nuestra mente cuando nos autodestruimos con pensamientos que nos perturban, atándonos a la desgracia y dándonos lástima permanentemente. Pero Cristo vino a darnos una mente libre. Nosotros debemos tener una mente libre, sabiendo pensar. Y saber pensar es pensar todo lo que sea verdad, alimentándola con pensamientos puros, amables, virtuosos, alabando a Dios siempre y no creyéndole al diablo.

Es tiempo de cambiar nuestra mente. Poner nuestros pensamientos en las manos de Dios, comenzar a pensar bien, ordenar nuestra mente para caminar seguros por la vida. Hoy Dios quiere transformar tu manera de vivir, comenzando por tu mente. ¡Él nos quiere verdaderamente libres!