[Fe] La fe justificaMuestra

La forma en que me siento puede no ser real

¿Qué pasaría si te dijera que tus sentimientos no siempre reflejan la realidad, especialmente cuando se trata de tu relación con Dios?

Pablo, en Romanos, habla de los increíbles beneficios de la justificación mediante la fe en Jesucristo. Exploraremos muchos de estos beneficios más adelante, hoy hablaremos de uno de ellos y es estar en paz con Dios. Es esencial entender la diferencia entre estar en paz con Dios y experimentar la paz de Dios. Pablo afirma: «De modo que, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo» (Romanos 5:1).

«Paz con Dios» es un término legal y fáctico que habla de nuestra reconciliación con Dios a través de la fe en Jesús. En contraste, la paz de Dios es situacional, un sentimiento que puede aparecer y desaparecer dependiendo de las circunstancias de nuestras vidas. Es crucial recordar que tener paz con Dios no siempre significa que sentiremos la paz de Dios. Como creyentes, debemos reconocer que es posible que nuestros sentimientos no siempre reflejen la realidad. Es esencial poder decir con honestidad: «Lo que siento puede que no sea real».

Todos hemos sentido algo que no se basa en la realidad, como experimentar dudas o tristeza cuando la vida va bien. Los sentimientos son fuertes y, a menudo, tenemos problemas para separar los hechos de los sentimientos. La verdad es que, si crees en Cristo, al poner tu fe en Él recibes su justificación y en consecuencia tienes paz con Dios. Estás en paz con Él, en lugar de estar en guerra. Esta paz con Dios es esencial. Te llevará a experimentar la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento.

La raíz de la palabra «Paz» significa «unirnos», lo que significa que hemos sido unidos a Cristo. Cuando Dios mira al cristiano, no nos ve a ti ni a mí; Él no ve nuestro pecado. Él ve a Jesús. Él ve la sangre de Cristo porque somos parte de Él, le pertenecemos y Él nos pertenece. Ya no estamos en desacuerdo con Dios. ¿Acaso no es asombroso?

Quizás puedes decir: «Bueno, yo nunca he tenido un problema con Dios». Quizás no hayas tenido ningún problema con Dios, pero Dios tuvo un problema contigo llamado pecado. Pusiste tu confianza en Jesús y Dios lo registró como si nunca hubieras pecado porque Cristo pagó el precio. Ahora tienes paz con Dios y, a partir de ahí, la paz de Dios.

Recuerda que tus sentimientos no siempre reflejan la verdad de tu relación con Él. Cuando estés abrumado por las emociones, acude a la Palabra de Dios y a la verdad de tu justificación mediante la fe en Jesucristo. Puedes tener la seguridad de que estás en paz con Dios.