El Regalo de la SalvaciónMuestra
Plan perfecto
Mirando las noticias internacionales, nos damos cuenta de que los tiempos, poco a poco o aceleradamente (como quieras verlo) van llegando a su fin. Guerras y rumores de guerra son la orden del día y mantienen a todos atentos a lo que está aconteciendo en esa otra parte del mundo. Todos estamos de acuerdo en que las decisiones que se tomen allá repercutirán también a este lado del gran charco. Y como muy bien decía una canción de un reconocido grupo musical puertorriqueño: “Este mundo no es para quedarse, pero es que no hay otro mejor para mudarse.”
Sólo tenemos una vida aquí en esta tierra. Sólo hay un ensayo para la obra maestra, para la gran puesta en escena que es la eternidad. No hay otra oportunidad, lo que decidas y hagas en esta vida será lo que te catapulte a la otra. Por lo tanto, las decisiones que tomes aquí son las importantes, las que decidirán en qué lugar pasarás tu eternidad. Es muy posible que hayas oído esto anteriormente, pero también es posible que no le hayas dado la importancia que merece.
Fuimos creados por Dios y para Dios. Pero el hombre decidió hacer su voluntad y por medio de él, entró el pecado al mundo y fuimos echados del paraíso y destinados a morir. Pero Dios tenía un plan. Alguien puro y sin pecado tendría que dar la vida por nosotros. Jesús se sacrificó y por medio de ese sacrificio, fuimos vindicados, traídos a la familia de Dios como hijos y coherederos de la vida eterna con Él. Jesús murió por todos, pero sólo los que le aceptan como Salvador, reciben la salvación de su alma y la promesa de que Él los acompañará por siempre y para siempre, aun cuando su cuerpo físico haya perecido, su alma y espíritu pasarán a morar para siempre con Él en un nuevo cuerpo diferente y perfecto.
Si tu decisión en esta vida no es por Jesucristo, otro será tu destino eterno. Creo que es momento de que tomes la decisión correcta si aún no lo has hecho. Decídete por Jesús, tu Salvador y recibe toda la recompensa que Él tiene para ti y vive junto a Él tu eternidad. ¡Aleluya!
Oración: ¡Alabado seas, Señor! Gracias por Tu sacrificio por mí, para que yo fuera perdonado y salvado. Eres el Salvador de mi alma. Escribe mi nombre en el Libro de la Vida del Cordero. Ayúdame a caminar en Ti y Contigo. Gracias por las promesas que hay en La Biblia para mí. Gracias por salvarme y regalarme el estar Contigo siempre y para siempre. En el nombre de Jesús, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Qué bien nos sentimos cuando recibimos un regalo, ¿verdad? Nos fascina quitar la envoltura y con curiosidad mirar lo que hay adentro. La salvación es un regalo. No hicimos nada para merecerla, pero aun así somos recipientes de ella por el gran amor de nuestro Dios Creador y Padre Celestial.
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Nos gustaría agradecer a Pazitos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://facebook.com/pazitosfe