El Regalo de la SalvaciónMuestra

Lista de Viaje

Siempre que voy a vacacionar en algún lugar o me voy de viaje a visitar mi familia, reviso mi Lista de Viaje. Es una lista de cotejo de todo lo que debería llevar si voy a estar muchos días lejos de casa. Es muy amplia, tanto, que me sirve para cuando voy a quedarme en cualquier lugar, ya sea lejos o cerca, por mucho tiempo o por varios días. Al prepararla, imaginé un día normal en mi casa, y las actividades que voy a llevar a cabo al salir, es de esa forma que voy verificando las cosas que utilizo y necesito para mi higiene, vestimenta, actividades, para dormir, para mi bienestar, para mi trayecto de viaje y hasta para imprevistos como quemaduras o cualquier incidente que se pueda suscitar. Todo está ahí, todo lo que podría necesitar. Al utilizarla, evito olvidar algo importante y me aseguro de llevar lo que realmente necesito, sin olvidar aquello que posiblemente pueda hacerme falta.

Pero hay un viaje al que iremos de seguro y no vamos a necesitar hacer ninguna lista ni llevar ningún equipaje; es nuestro viaje final. Es un viaje que planificamos poco y mucho menos pensamos en él. Es un trayecto por el que todos pasaremos algún día. Y si es algo tan seguro, ¿no sería sabio pensar en él y prepararnos para cuando nos toque irnos? El momento del viaje no lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que debemos estar preparados y haber tomado la decisión correcta en esta tierra, pues de eso dependerá nuestro destino final.

Mientras estés vivo, es el momento ideal para decidirte por Jesucristo. Acéptalo en tu vida hoy, no sabes si mañana ya sea muy tarde para decidir.

Oración: Maravilloso Señor, gracias por darnos la oportunidad de decidir por Ti. Gracias por abrir el camino para seguir Tus pasos y no tener que ser cautivos en este mundo, pues Tú nos diste libertad y vida eterna. Creo que moriste por mis pecados y que resucitaste para que yo algún día pueda hacerlo también y pueda estar en Tu presencia siempre. Guíame, protégeme y fortaléceme en este mundo de pecado para siempre andar en Tu camino y hacer Tu voluntad. Fortalece mis pasos para seguirte y ser ejemplo a otros de Tu infinito amor. ¡Gracias, Señor por amarme tanto! En el nombre de Jesús, amén.