¿Le importa a Dios la discriminación?Muestra
¡LLAMADOS POR DIOS!
No hay muchos personajes como Ester y su historia en la narrativa bíblica. En su época era marginada socialmente en varios aspectos. Era huérfana, judía y mujer. Los judíos en Babilonia eran despreciados siendo víctimas de discriminación y constante burla.
Las mujeres en la época de Ester también eran víctimas de injustas estructuras opresivas que las despojaron de toda dignidad humana y de libertad de elección. Los consejeros convencieron al rey de prohibir la entrada de la reina Vasti ante su presencia para enseñar a las mujeres una lección de obediencia. La situación de Ester no era diferente. Aunque ella se convirtió en reina, no podía entrar a la presencia del rey sin ser llamada.
Ester entró al palacio de Asuero bajo la dirección de su primo Mardoqueo quien la había adoptado como su hija. La costumbre de la época demandaba que las mujeres hermosas como Ester pasaran una noche con el rey para que él eligiera a su próxima reina. No había garantía de que ella fuera llamada nuevamente. Puede sonar grandioso superficialmente que Ester, una desconocida, llegará a convertirse en reina pero era una víctima de discriminación en varios niveles.
¿Tiene Dios un plan para nuestras vidas aún cuando somos víctimas de las circunstancias o de estructuras sociales opresoras? Sí, lo tiene. El favor de Dios estaba con Ester a pesar de su difícil situación. Dios la veía como alguien más que una pobre niña judía huérfana que estaba a merced del rey de Babilonia para poder sobrevivir. Para Dios era un vaso digno de honor. Él la creyó lo suficientemente digna como para encargarle la misión de salvar a su pueblo. Su belleza física y la magnífica vida palaciega no tenían comparación con su fortaleza interior, coraje y dignidad con las que Dios la vistió. Una desconocida fue tomada en cuenta por Dios.
Su vida nos alienta a quienes podemos sentirnos perdidos, insignificantes e indefensos. Nuestras opciones pueden ser limitadas, nuestras voces ignoradas. Nos sentimos malentendidos y relegados. Pero Dios no está limitado por estos factores. Nos ve como Su tesoro escogido sin importar nuestra condición. Si le entregamos nuestras vidas, ninguna estructura opresiva o discriminación podrá evitar que alcancemos las alturas que Dios ha designado para nosotros.
Es como la historia del niño que se preguntaba por qué su globo no podía elevarse a la altura de los globos de helio de la feria. Creía que el color de globo era lo que lo impedía. Pero un sabio le dijo que no es lo que se ve por fuera sino lo de adentro lo que determina lo alto que se eleve. De la misma manera, no son los factores externos los que determinan nuestro valor sino lo que Dios ha puesto dentro nuestro. Su propio poder está trabajando por dentro para lograr sus propósitos en y a través de nosotros.
No hay muchos personajes como Ester y su historia en la narrativa bíblica. En su época era marginada socialmente en varios aspectos. Era huérfana, judía y mujer. Los judíos en Babilonia eran despreciados siendo víctimas de discriminación y constante burla.
Las mujeres en la época de Ester también eran víctimas de injustas estructuras opresivas que las despojaron de toda dignidad humana y de libertad de elección. Los consejeros convencieron al rey de prohibir la entrada de la reina Vasti ante su presencia para enseñar a las mujeres una lección de obediencia. La situación de Ester no era diferente. Aunque ella se convirtió en reina, no podía entrar a la presencia del rey sin ser llamada.
Ester entró al palacio de Asuero bajo la dirección de su primo Mardoqueo quien la había adoptado como su hija. La costumbre de la época demandaba que las mujeres hermosas como Ester pasaran una noche con el rey para que él eligiera a su próxima reina. No había garantía de que ella fuera llamada nuevamente. Puede sonar grandioso superficialmente que Ester, una desconocida, llegará a convertirse en reina pero era una víctima de discriminación en varios niveles.
¿Tiene Dios un plan para nuestras vidas aún cuando somos víctimas de las circunstancias o de estructuras sociales opresoras? Sí, lo tiene. El favor de Dios estaba con Ester a pesar de su difícil situación. Dios la veía como alguien más que una pobre niña judía huérfana que estaba a merced del rey de Babilonia para poder sobrevivir. Para Dios era un vaso digno de honor. Él la creyó lo suficientemente digna como para encargarle la misión de salvar a su pueblo. Su belleza física y la magnífica vida palaciega no tenían comparación con su fortaleza interior, coraje y dignidad con las que Dios la vistió. Una desconocida fue tomada en cuenta por Dios.
Su vida nos alienta a quienes podemos sentirnos perdidos, insignificantes e indefensos. Nuestras opciones pueden ser limitadas, nuestras voces ignoradas. Nos sentimos malentendidos y relegados. Pero Dios no está limitado por estos factores. Nos ve como Su tesoro escogido sin importar nuestra condición. Si le entregamos nuestras vidas, ninguna estructura opresiva o discriminación podrá evitar que alcancemos las alturas que Dios ha designado para nosotros.
Es como la historia del niño que se preguntaba por qué su globo no podía elevarse a la altura de los globos de helio de la feria. Creía que el color de globo era lo que lo impedía. Pero un sabio le dijo que no es lo que se ve por fuera sino lo de adentro lo que determina lo alto que se eleve. De la misma manera, no son los factores externos los que determinan nuestro valor sino lo que Dios ha puesto dentro nuestro. Su propio poder está trabajando por dentro para lograr sus propósitos en y a través de nosotros.
Escrituras
Acerca de este Plan
El Plan espera destacar el corazón de Dios para los oprimidos, desamparados, victimas de abusos y discriminación. El estudio espera desafiar a las personas para dejar de dignificar la discriminación y reconocer actitudes y prácticas que son opresivas y contribuir a restaurar la dignidad que Dios les ha dado.
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Nos gustaría agradecer a Power House Church por proveer este Plan. Para más información, por favor visita: http://powerhousechurch.org