¿Le importa a Dios la discriminación?Muestra
¿DISCRIMINA DIOS?
Es fácil ser engañados y asumir que el Dios del Antiguo Testamento es diferente a Cristo del Nuevo Testamento. ¿Permitió Dios actos de discriminación y abuso en el Antiguo Testamento? Nunca.
En el libro de Levítico expuso a los judíos Sus reglas para una Vida Santa. A simple vista parecería que Dios mismo era discriminador al declarar Su preferencia por todo lo masculino, todo lo puro y todo sin imperfección. Lo que debemos entender es que Dios estaba tratando de establecer la comprensión de quién es Él en los corazones y las mentes de ese pueblo. Sus sacrificios debían ser “perfectos” y sin defectos porque Dios es Santo y es perfecto. Sus sacrificios debían costarles algo a lo que ellos le asignaban el mayor valor.
Pero el corazón de Dios por lo humilde, lo imperfecto, lo débil, lo insignificante se exhibe también a lo largo del Antiguo Testamento. Vemos a Dios honrando a hombres y mujeres que tenían defectos y no eran santos. Probablemente Moisés fue acosado por ser tartamudo. Dios le dijo a Samuel que no mirará la perfección física de Eliab ni asumiera que Dios lo escogió para ser el rey. Dios busca siempre corazones completamente comprometidos con Él. Dios se acordó del joven David que no estaba en el foco de atención sino pastoreando ovejas donde nadie lo veía.
En otras palabras, este Santo Dios esperó que Su pueblo sea santo pero no dejó de reconocer su incapacidad de ser santos por sí mismos. La ley del Antiguo Testamento fue una sombra de lo que vendría. La única discriminación bíblica permitida es entre lo que es santo y lo que no lo es. Necesitamos recordar también que Dios odia el pecado pero ama al pecador. Odia el mal obrar pero ama a la gente. Para él todos importamos porque fuimos hechos a su imagen: ricos o pobres, hombre o mujer, judío o gentil, esclavo o libre. Sin importar cuáles sean las experiencias de nuestras vidas o cuál es nuestro nivel social, Dios nos ve como Sus hijos.
Hoy se ve mucha discriminación y trato preferencial aún en el cuerpo de Cristo. Discriminación por castas, racismo, color de piel y trato preferencial al rico es ciertamente abominación ante el Señor. No hay duda de que el Señor espera que Su iglesia sea santa tal como Él es Santo. Pero la santidad que Él espera es más que la santidad ceremonial o ritual las cuales son simplemente actos externos. Nuestra rectitud debe sobrepasar la de los maestros de la ley. Debemos aprender a mirar a la gente como Dios la ve. Debemos aprender a tratar a la gente de la manera en que Dios quiere que la tratemos.
Jesús tocó a la persona con lepra. Se identificó con el pobre. Comió con los pecadores y recolectores de impuestos. Él permitió que la mujer pecadora ungiera sus pies con su cabello. Jesús sanó más que enfermedades físicas, sanó corazones rotos, traumatizados por palabras hirientes, abuso físico y prejuicio social.
Es fácil ser engañados y asumir que el Dios del Antiguo Testamento es diferente a Cristo del Nuevo Testamento. ¿Permitió Dios actos de discriminación y abuso en el Antiguo Testamento? Nunca.
En el libro de Levítico expuso a los judíos Sus reglas para una Vida Santa. A simple vista parecería que Dios mismo era discriminador al declarar Su preferencia por todo lo masculino, todo lo puro y todo sin imperfección. Lo que debemos entender es que Dios estaba tratando de establecer la comprensión de quién es Él en los corazones y las mentes de ese pueblo. Sus sacrificios debían ser “perfectos” y sin defectos porque Dios es Santo y es perfecto. Sus sacrificios debían costarles algo a lo que ellos le asignaban el mayor valor.
Pero el corazón de Dios por lo humilde, lo imperfecto, lo débil, lo insignificante se exhibe también a lo largo del Antiguo Testamento. Vemos a Dios honrando a hombres y mujeres que tenían defectos y no eran santos. Probablemente Moisés fue acosado por ser tartamudo. Dios le dijo a Samuel que no mirará la perfección física de Eliab ni asumiera que Dios lo escogió para ser el rey. Dios busca siempre corazones completamente comprometidos con Él. Dios se acordó del joven David que no estaba en el foco de atención sino pastoreando ovejas donde nadie lo veía.
En otras palabras, este Santo Dios esperó que Su pueblo sea santo pero no dejó de reconocer su incapacidad de ser santos por sí mismos. La ley del Antiguo Testamento fue una sombra de lo que vendría. La única discriminación bíblica permitida es entre lo que es santo y lo que no lo es. Necesitamos recordar también que Dios odia el pecado pero ama al pecador. Odia el mal obrar pero ama a la gente. Para él todos importamos porque fuimos hechos a su imagen: ricos o pobres, hombre o mujer, judío o gentil, esclavo o libre. Sin importar cuáles sean las experiencias de nuestras vidas o cuál es nuestro nivel social, Dios nos ve como Sus hijos.
Hoy se ve mucha discriminación y trato preferencial aún en el cuerpo de Cristo. Discriminación por castas, racismo, color de piel y trato preferencial al rico es ciertamente abominación ante el Señor. No hay duda de que el Señor espera que Su iglesia sea santa tal como Él es Santo. Pero la santidad que Él espera es más que la santidad ceremonial o ritual las cuales son simplemente actos externos. Nuestra rectitud debe sobrepasar la de los maestros de la ley. Debemos aprender a mirar a la gente como Dios la ve. Debemos aprender a tratar a la gente de la manera en que Dios quiere que la tratemos.
Jesús tocó a la persona con lepra. Se identificó con el pobre. Comió con los pecadores y recolectores de impuestos. Él permitió que la mujer pecadora ungiera sus pies con su cabello. Jesús sanó más que enfermedades físicas, sanó corazones rotos, traumatizados por palabras hirientes, abuso físico y prejuicio social.
Escrituras
Acerca de este Plan
El Plan espera destacar el corazón de Dios para los oprimidos, desamparados, victimas de abusos y discriminación. El estudio espera desafiar a las personas para dejar de dignificar la discriminación y reconocer actitudes y prácticas que son opresivas y contribuir a restaurar la dignidad que Dios les ha dado.
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Nos gustaría agradecer a Power House Church por proveer este Plan. Para más información, por favor visita: http://powerhousechurch.org