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ACCIONES DE GRACIAS

Día 3- El Milagro De La Salvación

Sabemos que Dios es poderoso para hacer cualquier tipo de milagros. Son incontables las veces que hemos escuchado, ya sea por una persona que vivió personalmente algún milagro, o lo escuchamos de otros que atestiguaron un mover sobrenatural. Dios ha mostrado su poder en la Biblia y lo sigue haciendo hasta el día de hoy. Los milagros son bendiciones de parte de Dios para aquel que cree.

Nos sorprendemos cuando Dios sana a una persona de cáncer, cuando sana alguno de sus huesos, sana por completo un órgano para lo cual la medicina no tiene solución. Nos gozamos y está muy bien que lo hagamos porque de esa forma glorificamos a Dios. Pero... ¿Qué hay del Milagro de la Salvación?

Podemos decir con total seguridad que a Dios le importa más nuestras almas que nuestro cuerpo físico. Esto no quiere decir que no le importe nuestro cuerpo físico, sino que su prioridad es nuestra eternidad:

• Porque en medio de una sociedad tan pobre, Jesús vino por los pecadores.
• Porque en medio de una sociedad tan religiosa, Jesús vino por los pecadores.
• Porque en medio de una sociedad llena de enfermedades, Jesús vino por los pecadores.

Mateo 16:26: “¿Y qué beneficio obtienes si ganas el mundo entero pero pierdes tu propia alma? ¿Hay algo que valga más que tu alma?”

Cuando estudiamos en profundidad la salvación de Dios, nos damos cuenta que es el mayor milagro que podamos recibir, porque se trata de nuestras almas, y nada de lo que podamos hacer por nuestra propia cuenta puede salvar nuestras almas. Podemos ver que la salvación comenzó en el corazón de Dios en la eternidad. Él fue quien la llevó adelante.

1 Juan 5:11: “Y este es el testimonio que Dios ha dado: El nos dio vida eterna, y esa vida está en Su Hijo.”

Efesios 2:12-13: “En esos tiempos, ustedes vivían apartados de Cristo. No se les permitía ser ciudadanos de Israel, y no conocían las promesas del pacto que Dios había hecho con ellos. Ustedes vivían en este mundo sin Dios y sin esperanza, pero ahora han sido unidos a Cristo Jesús. Antes estaban muy lejos de Dios, pero ahora fueron acercados por medio de la sangre de Cristo.”

Estos versículos nos muestran claramente quiénes éramos nosotros antes de conocer a Cristo y antes de ser salvos por medio de Él. Podemos decir que la salvación es el milagro que no merecíamos. ¡Y a Dios le pareció bueno que nosotros compartiéramos la eternidad con Él!

Muchas personas se frustran por los milagros que Dios no ha hecho en sus cuerpos físicos. Pero si aceptaste a Cristo en tu corazón, considerate afortunado(a) de recibir el milagro más grande del mundo – el de la salvación. En la eternidad no habrá más llanto, ni dolor, porque Él mismo secará nuestras lágrimas y experimentaremos la plenitud de su amor.

“La salvación del ser humano solo es posible en el amor y a través del amor” (Viktor Emil Frankl)

Podemos decir que el milagro de la salvación es la gracia de Dios inmerecida, y si hablamos de salvación, estamos hablando del perdón de todos nuestros pecados– los pasados, los presentes y los del futuro. Agradezcamos por la gracia de Dios sobre nuestras vidas por medio de la salvación.

El pecado que comenzó con la caída del hombre en el Huerto del Edén fue la enfermedad más grande que el ser humano pudo tener. Los que creímos en el mensaje de salvación, gracias a esa fe, nos fue quitada esa enfermedad gracias al sacrificio de Cristo en la cruz. Pero aún existen millones de personas que están enfermas, tú que tienes la cura, ve a ellos y comparte las Buenas Nuevas para que ellos también reciban el milagro de la salvación.

Reflexióna/Acciona

1- ¿Das gracias por la salvación de tu alma?

2- ¿En tus tiempos de intimidad con Dios, apartás un tiempo para darle gracias por perdonar tus pecados y salvarte de la condenación eterna?

3- ¿Eres consciente de que vas a vivir una eternidad con Dios?

4- Teniendo todo esto presente en tu corazón, comparte lo que Dios ha hecho contigo con los demás y preséntales el Evangelio.