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ACCIONES DE GRACIAS

Día 6- La Bendición De Que Sean Mis Padres

Nuestros padres siempre van a ser nuestros padres, queramos o no. Es un vínculo que no se puede romper aún si decidimos no hablarles o no tener ningún tipo de relación con ellos. Igual seguirán siendo nuestros padres.

Muchos que están leyendo esto aún no son padres, pero todos entendemos que no es nada fácil. Cada hijo es diferente y ninguno nace con un manual en el brazo de cómo se debe criarlos.

Por un momento, piensa en las veces que estuvieron para ti sin necesidad de llamarles. Recuerda cada te amo, cada abrazo, cuando te regañaron porque buscaban tu bienestar, cuando estuvieron ahí para ayudarte a salir del problema. También recuerda las veces que fueron al hospital corriendo para que te atendieran cuando estabas enfermo, las incontables veces que se despertaron en la madrugada para atenderte, y el sinnúmero de veces que oraron por tu vida.

Tal vez eres de aquellos hijos cuyos padres no fueron un buen ejemplo para ti pero quiero animarte a que seas agradecido porque te dieron la vida. Es difícil agradecer cuando tu infancia no fue la mejor, pero la Biblia nos habla de honrar a nuestros padres sin importar si fueron buenos o malos padres.

Éxodo 20:12: “Honra a tu padre y a tu madre. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da.”

La honra a nuestros padres que Dios nos está demandando incluye valorarlos, cuidarlos y mostrarles respeto. Es tan importante el mandamiento que no está dirigido a los niños sino a los jóvenes y adultos que tienen padres. Tenemos que valorar cada esfuerzo que han hecho por nosotros, cuidarlos cuando ellos estén mal, y mostrarles respeto aún cuando hayan diferencias de opinión.

Existen muchas formas de honrar a nuestros padres. Ayudar con las cosas de la casa, ser buenos estudiantes, ayudar con las cuentas de la casa si ya trabajas y apoyarles con lo que necesiten si estás fuera de casa.

Efesios 6:1-3: “Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, pues esto es lo correcto. «Honra a tu padre y a tu madre». Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa: si honras a tu padre y a tu madre, «te irá bien y tendrás una larga vida en la tierra»”

Muchas personas que no tienen a sus padres con vida, hoy darían lo que fuera por tenerlos, porque cuando los tenían no aprovecharon el tiempo para estar con ellos. Pero si tus padres están vivos, ¡aprovecha cada minuto de tu vida para darles las gracias! Qué privilegio poder honrar a nuestros padres de diferentes formas, no solo con palabras sino con acciones también.

Reflexión/Acciona

1- ¿Honras a tus padres?

2- ¿Qué tan seguido les demuestras tu gratitud?

3- Da gracias a Dios por tus Padres y pídele que te ayude a honrarles en cada oportunidad que tengas.