Él Nos Entiende: Prioridades Al Revés | Plan 7Muestra

Las prioridades al revés de Jesús

Difícilmente hay un país o idioma hoy en día que no conozca el nombre de Jesús. Ha estado en la lista de los «más influyentes» de casi todos por generaciones. La historia nos dice que, en el nombre de Jesús, se han desplegado ejércitos, se han lanzado misiones, se han librado batallas. Pero también se han ofrecido vasos de agua fría a los enemigos y se han vendado heridas con el perdón —todo en su nombre—. Durante siglos, el nombre de Jesús ha estado en la boca de los moribundos al dejar este mundo.

Esperarías que este tipo de influencer, este tipo de titán cultural, ejecutara su agenda global con extremo control y energía. Pero la realidad es al revés.

La verdad es que… Jesús nunca tuvo ningún cargo importante. No fue alcalde. No fue presidente. Ni siquiera fue secretario de su Asociación de Vecinos ni comisionado de béisbol.

Nunca escribió un libro ni transmitió nada en ningún medio. No reconoceríamos su voz ni su letra.

Jesús no fue a la universidad. Nunca obtuvo un título. No tenía credenciales.

Nunca poseyó propiedades. No hizo campañas.

Jesús no hizo nada de lo que normalmente equiparamos con importancia.

Y sin embargo, la forma en que pasó sus escasos 30 años en la Tierra nos cambió a nosotros y cambió la historia.

¿Pero cómo?

• Jesús enseñaba de una manera distinta. Sus palabras, insólitas y fascinantes, cautivaron a toda una generación. La gente caminaba kilómetros solo para escucharlo. Se saltaban las comidas para estar cerca de él. No podían creer lo que estaba pidiendo. Y mientras algunos se alejaron, diciendo que era «demasiado», otros hicieron lo que Él dijo, y les cambió el mundo.
• Él servía. Jesús era un servidor que ofrecía igualdad de oportunidades; no le importaba quién fueras: de qué raza, edad, estatus social o género. Si necesitabas misericordia y bondad, Él estaba allí.
• Él perdonaba. Incluso cuando la opinión de la multitud se volvió en su contra y sus amigos más cercanos huyeron, Él vio más allá de la ofensa y ofreció una gracia inusual. Incluso cuando estaba muriendo a manos de otro, hablaba del perdón.
• Él amaba. De manera silenciosa y personal, Él ponía las necesidades de los demás por encima de las suyas. Pero también, a través de invitaciones audaces e inclusivas, no excluía a nadie. Se ha dicho que nadie ama más que cuando entregas tu vida por tus amigos. Y eso precisamente es lo que hizo, de la manera más agonizante.

Y por eso, la gente sigue hablando de Él.

Considera esto: ¿Cómo quisieras ser recordado por tu tiempo en la Tierra? ¿Están tus prioridades en el orden correcto?